Cada 1000 años, los dioses de todas las mitologías se reúnen en un congreso del Valhalla dónde deciden si la humanidad merece seguir existiendo o no. De manera condescendiente, valoran las acciones realizadas por la civilización y realizan una votación, y esta vez la cosa está bastante clara: guerras, contaminación, destrucción de la naturaleza…
La decisión de los dioses está tomada, pero cuando parece no haber esperanza, la valquiria Brünhilde da un paso al frente y se acoge a una enmienda que puede salvarles: El Ragnarök, un torneo en el que 13 dioses se enfrentan a 13 humanos para que estos puedan alargar esta condena 1000 años más.
Sintiéndose desafiados los dioses aceptan, dando paso al plan de Brünhilde, que convocará a los 13 humanos más fuertes de la historia para que regresen y luchen en favor de la existencia de su raza. Tras la victoria del emperador Shi Huangdi de China sobre el dios griego Hades, la humanidad ha ganado la ventaja con cuatro victorias a tres.
Ahora el octavo duelo se desata entre el inventor y científico Nikola Tesla y el dios diablo Belcebú, un ser temido en todas las esferas y a quién se le identifica como maldito por el propio Satán, llevando a su espalda la muerte de sus seres queridos y un deseo por matar y morir que le confieren un poder sin igual.
Por su parte, Nikola Tesla porta una armadura científica apoyada por su Volündr que le permite convertir su ciencia en el arte de combate definitivo, aprisionando a su rival en una jaula de relámpagos que le da la ventaja: La Gematria Zone, donde entre otras cosas es capaz de teletransportarse.
Para hacer frente a esto, Belcebú posee la arma divina Apomyus, un bastón otorgado por Hades que le permite en una mano tener una defensa perfecta, en la otra una ofensiva perfecta, y finalmente la capacidad de desatar Caos, una técnica devastadora.
Este manga sigue siendo una maravillosa locura, un sin parar de batallas épicas y trepidantes en la que la situación cada vez se va más de las manos.