Ivrea lanzaba al mercado recientemente los tomos 12 y 13 de Ijiranaide Nagatoro-san, obra original de Nanashi, o como la han llamado ellos en nuestro país NO ME RAYES, NAGATORO, con la muchacha más gamberra y lianta del sector para enamorarnos con sus peculiares formas de mostrarnos su afecto.
Ijiranaide Nagatoro-san (que literalmente es “no me molestes, Nagatoro”) tuvo inicialmente una versión webcomic para luego en 2017 empezar a brillar como manga propiamente en las páginas digitales de la revista Magazine Pocket, de Kodansha. Actualmente cuenta con 17 tomos publicados en Japón.
Cuenta además con una adaptación al anime que en España se encuentra disponible en Crunchyroll, con una segunda temporada en preparación.
Ivrea nos trae la colección con cadencia bimensual y en formato tankoubon rústica con sobrecubierta, una réplica prácticamente exacta de la edición japonesa, tiras cómicas de contraportada incluidas.
NO ME RAYES, NAGATORO (Ijiranaide Nagatoro-san) de Nanashi
El protagonista de esta historia es Naoto Hachioji, un estudiante de segundo año de bachillerato con dificultades en sus habilidades sociales, quien encuentra su refugio en el club de arte, donde pasa la mayor parte de su tiempo dibujando en solitario. Sin embargo, su tranquila vida estudiantil se ve sacudida cuando conoce a una chica popular de primer año que comienza a burlarse de él. A pesar de los primeros encuentros, Naoto descubre que la chica parece tener un interés genuino en él y constantemente lo busca, persiguiéndolo por las calles para pasar tiempo juntos.
La chica en cuestión es Hayase Nagatoro, una joven que comienza a acosar a su senpai en todos los aspectos de su vida, intimidándolo y coqueteando con él en un juego continuo que, paradójicamente, los acerca cada vez más. Aunque al principio las acciones de Nagatoro parecen ser solo intimidación para Naoto, poco a poco él se vuelve más valiente y comienza a darse cuenta de que la actitud juguetona y atrevida de Nagatoro se enfoca exclusivamente en él, siendo una extraña forma de demostrar su cariño y pasar tiempo juntos.
En estos tomos, Nagatoro sigue siendo la reina del acoso y su senpai sigue siendo su objetivo favorito. En los tomos 12 y 13 de "Nagatoro", la serie nos sumerge en una trama rica en emociones y dinámicas complejas entre los personajes. La anticipación de Nagatoro por su cita con Senpai se convierte en un hilo conductor que enlaza diversas subtramas, revelando más sobre la personalidad y las relaciones de los personajes.
La entusiasta Nagatoro comparte su emoción por la cita con sus amigas, quienes tienen reacciones mixtas. Por un lado, Gamo-chan y Yoshi se muestran preocupadas, especialmente por la virginidad de Senpai, lo que lleva a situaciones cómicas y malentendidos. El consejo que Senpai recibe de Sunomiya sobre la cita refleja su propio crecimiento y la evolución de su relación con Nagatoro.
El día de la cita en el acuario, la narrativa se complica con la aparición de Gamo-chan, Yoshi, Sunomiya y su prima, quienes siguen a la pareja por distintas razones. Este seguimiento da lugar a escenas divertidas y momentos de tensión romántica, profundizando la trama y los conflictos emocionales.
Tras la cita, Nagatoro muestra su descontento con Gamo-chan y Yoshi por haber interferido, lo que resulta en una tensa atmósfera en la escuela. Sin embargo, gracias a la intervención pacificadora de Sakura, Nagatoro logra reconciliarse con sus amigas, destacando la importancia de la amistad y la comprensión en la serie.
Un giro interesante ocurre cuando Nagatoro descubre que Sunomiya está alimentando a Senpai con un bento que ella misma preparó. Esta situación despierta celos en Nagatoro, quien ofrece hacer un bento para Senpai, aunque él inicialmente rechaza la oferta para evitarle molestias. Este intercambio revela la delicadeza y la profundidad de su relación, mostrando cómo ambos personajes se preocupan mutuamente por el bienestar del otro.
La aparición del hermano de Nagatoro añade otra capa a la historia. Su encuentro con Senpai, lleno de malentendidos y revelaciones, profundiza la trama y pone a prueba la relación entre Nagatoro y Senpai. La defensa de Senpai hacia Nagatoro, a pesar de su falta de conocimiento completo sobre ella, demuestra su compromiso y su creciente afecto.
Además, la lesión de Nagatoro en su muñeca durante una práctica de judo y la intervención de Senpai resaltan la fuerza de su vínculo. Senpai no solo defiende a Nagatoro ante las críticas de otros, sino que también muestra su preocupación genuina por ella, evidenciando su crecimiento como personaje y su valentía.
Por último, la serie maneja situaciones cómicas y embarazosas, como cuando Nagatoro y Senpai terminan en duchas equivocadas. Estos momentos, aunque llenos de humor, también sirven para explorar sus sentimientos y fortalecer su conexión.
El arte en los tomos de Nagatoro es atractivo y expresivo, capturando las emociones y las dinámicas entre los personajes de manera efectiva. Los diseños de los personajes son llamativos y reflejan su personalidad, lo que contribuye a la identificación y el apego del lector hacia ellos.
En resumen, estos dos tomos de Nagatoro ofrecen una continuación emocionante de la relación entre Nagatoro y su senpai, explorando la evolución de su vínculo de una manera entretenida y convincente. Aunque puede haber momentos en los que la trama pueda parecer repetitiva, el manga se mantiene fresco y cautivador mediante la introducción de nuevos elementos y el desarrollo de los personajes. Si disfrutas de las historias románticas con una dosis de humor y dinamismo, Nagatoro es una serie que no querrás perderte.