Llegamos hoy con una nueva reseña dedicada a una de las series mangas en publicación gracias a la editorial Panini, la siempre interesante y divertida Mushoku Tensei: Reencarnación desde cero que se planta ya con 12 tomos en el mercado, siendo una obra de Yuka Fujikawa que cuenta con el guion original de Rifujin Na Magonote.
Nuevamente, encontramos que estos dos tomos han sido editados en rústica con sobrecubiertas extraíbles que miden 13 x 18 siendo un habitual tamaño tankoubon. En su interior encontraremos una media de 170 páginas en blanco y negro más 4 a todo color, que incluyen diferentes ilustraciones de los personajes. El precio de cada nuevo tomo de la serie es de 8.95€ y están disponibles en librerías, tienda de cómics y a través de la web de la editorial.
Han pasado dos años desde que Eris se separó de Rudeus, quien ha acabado en el Ducado de Basherand, al norte del continente central. Cuando Elinalise, una amiga de Roxy y conocida de Paul, acude a su encuentro, Rudeus se entera por fin de dónde puede estar su madre, Zenith.
Sin embargo, por motivos de peso y un complejo de gigante, se da cuenta de que no puede ir a buscar a su madre siendo como es, ahora mismo un peso muerto sin ganas de nada. Así que decide enfocarlo de una forma diferente, centrando sus esfuerzos en aprender nuevos tipos de magia, intentar entender el fenómeno que destruyo su vida y le lanzó junto a Eris a otro continente, y bueno, curarse de su nuevo y mayor problema, la impotencia masculina
Así pues, Rudeus no tardará en llegar a su nuevo destino la Academia Mágica de Ranoa para estudiar la Transposición de Fittoa. Allí se encuentra con Zanoba, a quien conoció como discípulo de su maestra Roxy y quien le pide que le enseñe a esculpir figuras, pero Rudeus descubre enseguida que su pupilo tiene muy poca magia y demasiada fuerza.
Será aquí también donde conozca a Fitz, un chico callado, tímido y con orejas de elfo que le sugiere a Rudeus que Zanoba compre a un esclavo para las tareas manuales, así como quien le ayudará con el tema de la transposición y con quien se sentirá más a gusto en todo el colegio.
Estos dos tomos nos abren un nuevo arco dentro de este universo, dejando de lado el hecho de que Rudeus tenga un pequeño problema de impotencia masculina, algo bastante irrisorio para la trama, sí que nos interesa que ahora empiece la saga de la escuela, con nuevos personajes, retos por delante y un ambiente nuevo.
Esto también quiere decir que podemos ver a un Rudeus menos prepotente o mujeriego y más enfocado hacia el conocimiento, a hacer amigos y bueno, a ser un buen alumno. Nada de extrañar, pero que sí que nos saca una sonrisa con su actitud de estudiante modelo.
En cuanto al arte, se nota que ha pasado un tiempo considerable entre el inicio del manga y este nuevo arco, porque Rudeus cada vez se hace más alto y se parece más a su padre Paul. Además, el escenario normalmente de aventuras y batallas, cambia a ser de aulas y charlas académicas, así que es un buen refresco para la lectura.
Por lo tanto, estamos ante dos tomos que finalizan una saga y empiezan la siguiente, mostrándonos como nuestro protagonista decide embarcarse en otra aventura, ahora más centrada en conocerse a sí mismo, y que nos recuerda lo interesante que es este manga.