Reseña de Hooky #1 de Míriam Bonastre Tur, de Ediciones Martínez Roca

Hooky #1 (Míriam Bonaste Tur, Ediciones Martínez Roca, Barcelona, 2022) es la primera entrega de la historia de dos hermanos que se embarcan en un viaje iniciático donde se conocerán a ellos mismos y al mundo que los rodea. Este está habitado por seres con magia y sin ella. En el caso de los humanos, la convivencia entre los brujos y la gente corriente comprende una calma aparente. Los tambores de una posible guerra entre los dos grupos de humanos resuenan en toda la obra. Sin embargo, el tono desenfadado y suave de la historia rebaja la frágil realidad que reside en ella. La abundante paleta de colores vivos también ayuda a reducir la tensión.

Hooky

El universo narrativo al que nos sumergimos está lleno de magia. Dorian y Dani, los mellizos protagonistas, son dos adolescentes que pierden el autobús escolar el primer día del curso. Sin una educación apropiada, no podrán desarrollarse en brujería. Este arranque posee claras reminiscencias a la saga de Harry Potter. Las aventuras de este mago son una gran influencia para la concepción de este manga. Como rasgo distintivo, los dos hermanos visten de negro con ropa elegante, lo cual contrasta con las personas no mágicas que combinan prendas de diferentes colores. Los hermanos emprenden un viaje para aprender a usar la magia con tutores particulares. Mientras dura su formación, viven aventuras de todo tipo y conocen a otros jóvenes que, como ellos, están en busca de sí mismos.

En todo momento se recalca el carácter juvenil del cómic. Con y sin magia, se exploran las dudas, los deseos y los sueños que se suelen tener en la adolescencia. Por ello, este primer tono abunda en aventuras, humor y en la incansable determinación de que los personajes cojan las riendas de sus vidas y no sigan el guion que la sociedad les ha dictado. Dentro de este viaje, brilla con fuerza la relación entre los mellizos. Siempre han estado juntos. La complicidad y la confianza entre ellos demuestra que son buenos hermanos. Uno siempre está por el otro. La relación con otros miembros de su familia es distinta. Con nadie más están tan unidos.

Hooky_ilustración

Bonastre Tur refleja en sus viñetas su pasión por el manga. Tanto en el trazado de algunos personajes como en los paisajes se palpa esta influencia. No obstante, el gran guiño al cómic japonés se halla en las expresiones faciales. Algunas, solo con verlas, te transportan a obras de este tipo. A su vez, los colores fríos y apagados los usa para caracterizar a brujos y villanos. En cambio, las tonalidades más cálidas y vivas representan a los personajes positivos y a la naturaleza. Como aspecto singular, cabe destacar que esta historia se publicó por primera vez en Webtoon. Por ello, se ideó para leerse en vertical sin una maquetación por páginas. Al pasarse en formato papel, el efecto de lectura en vertical se pierde aunque se asoma en algunos grupos de viñetas.

En definitiva, el primer tomo de Hooky nos abre las puertas de un mundo mágico a través de las aventuras de dos hermanos. Capítulo a capítulo, van descubriendo cómo funciona la sociedad mágica y la de los humanos. A su vez, serán testigos de lo delicada que es la coexistencia entre ambos grupos.
Míriam Bonastre Tur