Una vez más, aquí llegamos con otro tomo de nuestras series manga de cabecera, en este caso se trata del nuevo tomo de Noragami, obra de Adachitoka que se encuentra en publicación en nuestro país gracias a la editorial Norma, encargados de traernos este número 25 de la serie, la cual cada vez se encuentra más cerca de su final.
Como siempre, este nuevo volumen de la serie cuenta con un formato en rústica con sobrecubiertas extraíbles y tapa blanda cuya portada presenta una de las escenas más desgarradoras de la serie, con Yukine mirando tumbado desde dentro de un congelador roto y abierto. El tamaño es el de siempre 11,5 x 17,5 cm, en cuyo interior podemos encontrar 192 páginas en blanco y negro siendo las dos primeras a color. El precio del tomo es de 9€ y está a la venta en tiendas de cómics, librerías especializadas y en la web de la propia editorial.
Nos encontramos ante el último arco de este manga, donde dioses, humanos y demonios luchan por sobrevivir en la encarnizada realidad en la que viven. Y es que desde que el hechicero campa a las suyas por Japón, todos y especialmente Yato y los suyos, cuentan con más problemas a su alrededor, y no es de extrañar porque la historia del padre de Yato es de lo más duro que llegaremos a leer.
Y es que uno de los secretos mejor guardados, y que ha provocado siglos de sufrimiento, es la verdadera identidad del hechicero, siendo Ebisu y Takemikazuchi quienes consiguen descubrirla al fin, así como la razón de su profundo odio y ansias por destruir a los dioses.
Además, mientras Yato y Kazuma buscan a Yukine, este descubre la verdad tras su vida, su muerte y el porqué es como es. Una historia que involucra maltrato infantil, separación de una familia y la perdida irrefrenable de la infancia, con Yukine en el epicentro de la vorágine, aunque sea Hiyori quien está ayudando a desenredar los nudos de este drama.
¿Ahora que Yukine sabe que está muerto y la razón de dicha muerte, que el hechicero se enfrenta al cielo y clama por respuestas que no recibirá, y que todo se tambalea en un precario equilibrio entre los dioses, ¿que quedará para ser salvado?
Cuanto drama en un único tomo, se nota que nos acercamos irremediablemente hacia el final de esta serie, y van surgiendo los paralelismos entre los personajes que pertenecen a los dos bandos. Por un lado, tenemos la trágica historia de Yukine, quien pese a ser un niño ha sido maltratado y asesinado por su propia familia; y por otro la historia del Hechicero, quien de niño confió en los adultos y le traicionaron. Quién esperaba ser regañado y reconocido ante alguien superior, pero que quedó totalmente en el olvido de los dioses.
La dualidad entre el bien y el mal, y aquellos que hacen daño y los que sanan, en un manga que nos recuerda que sus personajes, como dioses, tienen poder por encima del resto, utilizándolo de manera correcta o incorrecta según sus deseos pero no basándose en un bien superior, ya que a fin de cuentas ¿quién puede pararle los pies a un dios?
El arte se mantiene espectacular como viene sucediendo en todos los tomos. Las escenas de acción son realmente dinámicas y el drama se palpa en cada viñeta, con personajes realmente expresivos y mucho sentimiento en cada página. Una verdadera gozada de lectura ya no solamente porque la historia está llegando a su final, sino también porque hemos podido apreciar como el arte ha ido mejorando con cada nuevo número.
En conclusión, otro gran manga para disfrutar de estos personajes que no dejan de sorprendernos. Todas aquellas fans de Yato disfrutarán como niñas con este volumen en el que vemos como se desvive por proteger la humanidad y aquellos a quienes más aprecia, con garras y dientes.