Un día más llegamos con nuevos tomos de la aclamada y mítica serie de Takehiko Inoue: Slam Dunk Ed. Deluxe, que gracias a la editorial Ivrea ahora cuenta con una nueva edición en la que las cubiertas interiores han sido realizadas con una textura simulando la de una pelota de baloncesto.
Como ha ido sucediendo, estamos ante unos tomos en tamaño B6, recopilando la serie original en 20 números con sobrecubiertas inéditas en splash. Una preciosidad que pone de nuevo en circulación uno de los mangas de deportes más míticos. Para aquellos que se quieran hacer con los mangas de esta serie, los tienen a la venta por 15€.
Parece que Ryota no es el único descastado del club de baloncesto del instituto, porque alguien mas ha llegado con ganas de partir caras, pelo largo y una herida deportiva que curó hace ya tiempo. Se trata de Hisashi Mitsui, antiguo MVP de su equipo y quien está decidido a desmantelar el equipo de baloncesto a las buenas o a las malas.
Menos mal que tanto Gori, como Hanamichi, Ryota y sobre todo, el entrenador, le harán darse cuenta de que no odia ese deporte, sino que lo ama fervientemente y desea volver a la cancha con todas sus ganas y que mejor oportunidad para volver a enfundarse las zapatillas de baloncesto que el nuevo partido del intercolegial.
Por suerte para ellos tienen el tiempo suficiente como para entrenar con este nuevo y recién formado equipo de adolescentes problemáticos, pero con las ideas claras y la cabeza fría, porque su primer rival en la cancha es el Shoyo, equipo orgulloso de tener la formación más alta de toda la prefectura, quedando el año pasado en segunda posición.
Un partido que esperaban fuera sencillo resulta bastante más apabullante de lo que esperaban, aunque nada comparable al que vendrá después contra el Kainan, campeones 16 veces consecutivas de este torneo y feroces rivales sobre la pista.
Finalmente, ahora sí, tenemos el equipo del Shohoku al completo, lleno de ex-gamberros, busca broncas y tiarrones de buen corazón que se dejan las suelas en la cancha de baloncesto. Pero como no todo se gana con una sonrisa y echándole ganas, en estos tres tomos tendrán que sudar la gota gorda, aprendiendo a trabajar en equipo y a dejar las enemistades de lado.
Aunque claro, como siempre estas redecillas será lo que les dé la vida entre ellos, lo que les motive y nos muestre sus facetas más competitivas, no contra el equipo contrario, sino contra los mismos miembros del equipo. Y una nota importante a tener en cuenta es que Inoue consigue que los equipos rivales lleguen a caernos bien, a disfrutar de sus partidos, llegando incluso a formar parte de la gran familia que son estos jugadores.
El arte nuevamente es fantástico, con escenas de puñetazo limpio dignas de enmarcar, y carreras a contrarreloj encima de la cancha. El lector suda la gota gorda al ver los esfuerzos de los personajes por anotar y eso es algo que no siempre se consigue con un dibujo tan limpio y bien realizado, por eso Slam Dunk es una pequeña gran obra de arte.
En conclusión, ya cada vez nos queda menos para llegar al centro de esta historia, de ver esos momentos épicos llenos de emoción y de disfrutar de los grandes partidos que están por llegar. De verdad de que Slam Dunk fue y es uno de los mayores espokons de referencia y lo estamos disfrutando de nuevo como niños.