Recuperamos un shojo clásico con los dos últimos tomos publicados por Norma Editorial de la bonita historia de amor y romance escrita e ilustrada por Kujira Anan, cuyo título en español es Y aun así eres muy dulce, mientras que el original Japonés reza Na no ni, Chigira-kun ga Amasugiru.
Estos dos nuevos tomos publicados cuentan con el mismo formato de los primeros y el habitual en la editorial, es decir un rústica con sobrecubiertas extraíbles que tiene un tamaño aproximado de 11,5 x 17,5. En su interior encontraremos 176 páginas en blanco y negro costando cada tomo 9€. Para aquellos que quieran seguir esta bonita historia de amor, tienen los dos tomos disponibles en librerías especializadas, en tiendas de cómics y a través de la web de la editorial.
Después de que la rechazaran de una forma más que sonada, Maaya estaba muy feliz jugando a ser la novia del chico más guapo de la escuela, Chigira. Sin embargo, este le propone llevar el juego al siguiente nivel y jugar que él también le corresponde. Maaya intenta por todos los medios convertirse en una novia increíble, pero Chigira es tan dulce que casi la deja fuera de juego.
Así poco a poco van compartiendo recuerdos y momentos juntos, pero para el chico la cosa se le queda corta y le pide que se deje cuidar por él, a fin de cuentas es algo que a los novios ya les gusta hacer, pero a la vez es algo que a Maaya, que es independiente y siente que pedir ayuda solo servirá para molestar a los demás, le cuesta todavía demasiado.
El problema llega cuando alguien más se une a la rueda y mete la nariz en su relación, un antiguo compañero de Chigira, que buscando burlarse de Maaya, le pide que haga todo lo que él le pida hasta que se quede a gusto, con tal de dejarle seguir al lado del chico.
Claro está, cuando el chico se da cuenta de lo que están haciéndole a Maaya, aunque sean solamente recados, pedir libros o traerle la comida, Chigira se enfada. Nadie trata así a su chica y menos un antiguo amigo. Así que no tardará en pararle los pies y dejarle claro su posición. Él es su novio y nadie puede meterse con Maaya.
Poco a poco se va desvelando la trama al resto de los personajes y eso que parecía una simple broma, un juego de niños para los protagonistas, está consiguiendo que todos revelen sus verdaderos sentimientos. No es de extrañar, porque el cariño que se sienten los dos protagonistas está llegando a cupos verdaderamente adorables. Parece mentira que Maaya no se dé cuenta de los sentimientos del pobre Chigara.
Por otro lado, el incluir a una tercera persona en la relación es una buena forma de añadir un punto interesante a un romance que quizás, pasado el tercer tomo, podría quedarse soso o aburrido. No parece que vaya a trascender más allá de este cuarto tomo, pero pica la curiosidad saber como se desarrollará este pequeño embrollo.
El arte, como en los dos primeros tomos, se mantiene dulce, adorable y sencillo. Aquí sí que hay pétalos de flores y brillitos de fondo, pero nada que sea exagerado o que quede demasiado fuera de lugar. No sabemos si en algún punto los personajes madurarán lo suficiente como para que esta estética se vea fuera de lugar, pero por ahora encaja a la perfección.
Con todo esto dicho, nos queda claro que no estamos ante una historia revolucionaria, pero sí que podemos apreciar un romance adorable y divertido cuando lo tenemos delante. Sus personajes son tiernos y las situaciones sencillas. No pedimos nada más, solamente nuevos tomos.