Tras varios meses sin tomos de esta nueva serie, hoy llegamos con los números 2 y 3 de Sigue adelante, obra de Nagamu Nanaji que se encuentra en publicación en nuestro país gracias al sello Distrito Manga, dentro de la editorial Penguin Random House.
Nuevamente, estos dos números se nos presentan con un formato en rústica con sobrecubiertas extraíbles que mide 132mm x 180mm. En su interior podremos encontrar una media de 220 páginas en blanco y negro de esta obra que se recopiló en Japón en un total de 11 tomos, los cuales en nuestro país se venden por 8.95 €, estando disponible en librerías, tiendas de cómics y a través de la web de la editorial.
Kuko es una adolescente de quince años que vive con su padre en Kobe. Siempre con una sonrisa radiante en el rostro, es inseparable de su mejor amiga y compañera de clase, Kiyo. Pero Ou, un chico que estudia el bachillerato de artes con el que se encuentra de camino al instituto, parece entrever los secretos que oculta su corazón.
Por otra parte, Ôda al parecer ha visto una de las fotografías de Kuko en su blog de notas y le ha robado la idea para la exhibición de arte. Cuando Kuko lo descubre, en lugar de enfadarse sigue mostrando su típica sonrisa, pero también le empiezan a caer algunas lágrimas… ¿Por qué sigue sonriendo si está triste? Kuko ve sus creencias tambalearse cuando empieza a dudar de sí misma y de su manera de afrontar el día a día, mientras se pregunta de qué sirve ser fuerte todo el tiempo, si así solo consigue que los demás salgan perjudicados.
Por otra parte, al darse cuenta de que está enamorada del joven Outa, Kuko llega a la conclusión de que quizá está siendo demasiado transparente con sus sentimientos..., ya que uno de sus grandes temores es que la gente descubra la debilidad y las dudas que comienzan a apoderarse de ella, aunque varias personas de su entorno parezcan negarse a reconocer la realidad que la aflige.
Nos encontramos ante dos nuevos tomos de esta obra de carácter maduro, sensible y romántico, en los que además de plantearse el romance como una historia dulce y acaramelada, lo enfocan desde un punto más realista, con los problemas de encontrar a la persona concreta, de sentirse rechazado y de fingir ser otro para gustarle al mundo.
En este caso Kuko, quien siempre había creído en sí misma, empieza a flaquear al hacerse las preguntas incorrectas y tratar de ser alguien que no es, mientras que Outa, al saber que no podrá conseguir nunca a su objeto de deseo, se regodea en su soledad y no busca ser feliz ni intentándolo. Dos situaciones muy diferentes, pero que invitan a reflexionar sobre uno mismo y sobre la manera de ver las cosas.
Como elementos artístico encontramos que el manga se centra muchísimo en los rostros de los personajes, quienes llevan todo el peso de la trama y, por lo tanto, son elementos indispensables para entender esta. Echamos algo en falta más expresividad corporal, pero para ser un shojo con una temática tan madura, agradecemos que la estética no sea tan pastelosa como suele ser habitual.
En conclusión, poco a poco vamos viendo como esta autora aborda el desarrollo de sus personajes, y aunque somos conscientes de que 11 tomos son bastantes, sabemos que todavía queda mucho por decir y nuevas situaciones que vivir, por lo que esperaremos pacientes a ver como esta historia se desarrolla.