Hoy llegamos con una nueva serie que se ha incorporado recientemente al catálogo de la editorial Ivrea, nada más y nada menos que la sorprendente y alocada nueva obra de Paru Itagaki, autora de Beastars y quien ahora nos sorprende con Sanda.
El primer tomo que nos presenta la editorial cuenta con formato tankoubon, editado en rústica de tapa blanda y con sobrecubierta con un tamaño de 130 x 180 mm. Mantiene el mismo formato que la publicación japonesa, empezando su publicación en mayo con periodicidad bimestral. Para aquellos que lo quieran comprar, tiene el primer tomo a 9€ en librerías, tiendas especializadas y a través de la web de la editorial.
Sanda es un chico normal de secundaria que ve su vida cambiar el día en que Fuyumura, una compañera de clase, intenta atacarlo con un cuchillo de cocina en pleno instituto. Pese a que no entiende el motivo del ataque, Sanda empieza a pensar que todo es un acto de maldad provocado por una fase de rebeldía adolescente.
Días después del suceso, se reúne nuevamente con su compañera para hablar. Al estar delante de Fuyumura, Sanda se siente raro y empieza a sospechar que, tras el incidente, siente algo por ella, y espera que a esta le esté pasando lo mismo.
Pero, por el contrario, Fuyumura está segura de que Sanda es el descendiente de cierto linaje maldito y que debe realizar un “ritual” para traer su verdadero ser a este mundo. El ritual consiste en una serie de pasos muy precisos y que como era de esperar, acaban con un cuchillo en la mano de Fuyumura y en el pecho de Sanda.
Para sorpresa de los presentes, Sanda se transforma a raíz de la maldición en un señor de mediana edad, cachas, con cabello blanco y un fuerte sentido del deber y de la protección de los más jóvenes, eso sí, manteniendo parte de la personalidad del Sanda adolescente, lo que supone un grave problema.
Así comienza la extraña aventura de estos dos estudiantes en busca de la verdad.
Estamos ante una de las sorpresas más alocadas que hemos leído en bastante tiempo, aunque admitimos que no sabíamos que nos encontraríamos en este manga y estábamos abiertos a cualquier tipo de historia. Y menos mal que le hemos dado una oportunidad, porque la verdad es que no solamente nos ha encantado el primer tomo, sino que también nos ha dejado con muchas ganas de más.
La trama resulta sencilla, nos da unas primeras bases muy sencillas que seguir y a partir de allí son los personajes los que crean toda la atmosfera y le dan a la historia un sentido único. Tan único que la trama da un giro de 180º y nada es lo que parece.
En cuanto al arte, este mantiene el estilo característico de Paru Itagaki con cierto aire animal en los personajes que quedan muy caricaturizados según su personalidad. Algo curioso de ver en otros mangas, pero que esta autora ha conseguido que sea su sello personal, siendo reconocible allá donde vaya.
En conclusión, no esperábamos encontrarnos una obra tan sorprendente de esta autora al leer su sinopsis, pero merece muchísimo la pena dejarse llevar allá a donde nos lleva la historia, porque no solo es emocionante, sino que además sabemos que va a seguir sorprendiéndonos durante muchos más tomos.