Norma Editorial sigue pisando fuerte con sus nuevas licencias, incorporando recientemente a su catálogo el primer tomo integral de Dessert Eagle, la nueva obra de Ken Wakui: autor de Tokyo Revengers y de Sekisei Inko.
Manteniendo el mismo formato que los tomos anteriores publicados de este autor, el primer Integral de Dessert Eagle recopila los 5 tomos originales en 2 volúmenes de más de 450 páginas. El primero de ellos se nos presenta con un tamaño aproximado de 14,8 x 21 cm, recopilando en su interior un total de 488 páginas en blanco y negro. Para aquellos que se quieran hacer con este primer tomo, lo tienen a la venta en librerías, tiendas especializadas y a través de la web de la editorial, por 16€.
Ringo Takamizawa es un adolescente que vive solo en los bajos fondos de Shinjuku, ganándose la vida con un negocio de falsificación de documentación. Su única motivación es vengarse de los que arruinaron la vida de su madre y acabar con ellos uno tras otro. Pero justo cuando cree que tendrá que abandonar su cruzada conoce a Ichigo, un compañero de instituto que decide ayudarle para cumplir su promesa.
Y es que Ichigo no es simplemente un macarra más, gracias a sus contactos y a su infancia en Shinjuku, tiene conocimiento de la mayoría de temas de la Yakuza, de los negocios que esta mueve y de quienes son y como y donde se reúnen sus jefes. Además, y no menos importante, busca ser el mejor tío de todo Japón, que no se queda corto al no ser un Yakuza pero sí estar ligado a ellos de muchas formas.
Así, con los conocimientos y contactos de Ichigo y las triquiñuelas de Ringo, juntos podrán llegar hasta uno de los jefes de la yakuza más chungos de la zona con el objetivo de vengarse por la madre de Ringo, por los problemas que está creando en el barrio, y buscando que Ichigo se haga un nombre allá a donde vaya.
Una historia de tíos duros que buscan hacer justicia, aunque sea utilizando métodos poco justos y ortodoxos.
Dessert Eagle es una versión más madura y seria de Tokyo Revengers, las cosas como son. Se nota que su autora le ha pillado cariño a hablar sobre los bajos fondos de Japón y aunque en Tokyo Revengers se tratara este tema de forma muy superficial y con ciertas dosis de ciencia ficción, Dessert Eagle es todo lo contrario. Cruda, criminal y llena de suspense.
Esto es bueno y a la vez malo, porque aquí se conoce mucho mejor este oscuro mundo, dando incluso tips sobre la mafia y su forma de actuar, pero siendo mucho menos infantil y amigable para el lector juvenil. Sus personajes son más reales, duros y maduros, nada que ver.
En cuanto al arte, este se parece más a Sekisei Inko que a Tokyo Revengers y eso nos encanta. Los personajes tienen el aspecto maduro y afilado que encaja en un manga de estas características, hay batallas sangrientas y amenazas de muerte, así como mucha sangre y temas de drogas. Vamos, una obra madura de temática Yakuza, justo lo que buscábamos,
Con todo esto dicho, nos quedamos con que estamos ante un manga interesante, maduro, bien dibujado y enfocado a un público más adulto e interesado en los bajos fondos de la Yakuza. Que los protagonistas sean adolescentes es lo que menos importa, porque su actitud ante la vida nos deja claro que los tienen bien puestos. Una sorpresa de lectura.