En el gran laberinto subterráneo Dogra, que va cambiando de forma a cada instante, Fairy Tail se enfrenta a los Caballeros Matadragones Oscuros, la élite de Diabolos. El destino quiere que Natsu se tope con el gran espadachín Suzaku. ¡Natsu está que arde ante un combate de revancha, tras la derrota que sufrió en la Montaña de la Luna Negra!
Tras lo que pareció el final de Fairy Tail, llegó la secuela oficial Fairy Tail: 100 Years Quest escrita por el propio Mashima y con dibujos de su ayudante Atsuo Ueda. Recientemente Norma Editorial lanzaba sus tomos 12 y 13, que siguen con esta nueva aventura de Natsu y sus amigos y que, hasta la fecha, ha logrado estar a la altura de la saga principal.
Fairy Tail (フェアリーテイル), obra original de Hiro Mashima, comenzó a publicarse el 23 de agosto de 2006 en la revista Shōnen Magazine, de la editorial japonesa Kōdansha, y en el país del sol naciente alcanzaba su final en 2017 con la friolera de 64 tomos publicados.
Fairy Tail: 100 Years Quest empezaba su publicación el 25 de Julio de 2018 en la Shōnen Magazine.
Norma Editorial nos ofrece esta secuela en una réplica exacta de su formato japonés, un rústica sobrecubierta de 11,5 x 17,5 cm en cuyo interior encontramos 188 páginas en blanco y negro.
Los tomos 12 y 13 de Fairy Tail: 100 Years Quest continúan la emocionante travesía de Natsu, Lucy y sus amigos en la misión más peligrosa que han emprendido. En este tomo, los lectores serán testigos de batallas épicas y un giro inesperado en la trama a lo largo de los capítulos 100 a 108 y 109 al 117 de la serie, respectivamente.
La batalla entre Natsu y Suzaku comienza con un resultado inesperado, y de repente Ignia hace su entrada en el laberinto, sorprendiendo a varios personajes, incluyendo a Selene. En su lucha por detener a Ignia, Selene se adentra en el Gran Laberinto y se encuentra cara a cara con él.
Mientras tanto, Lucy y Kiria continúan su batalla, con Lucy siendo abrumada por la magia del Dragon Slayer de Kiria. Pero gracias a la ayuda de Laksas, que protege a Lucy y lucha contra Kiria, Lucy logra recuperar su confianza y usa su habilidad de Star Dress Mix para derrotar a su oponente.
Después de la intensa batalla, Natsu y Suzaku continúan su búsqueda de Ignia y se reencuentran con Happy. Por otro lado, Elsa, Gray y Crujsy continúan su confrontación con Misaki, quien muestra su inmensa fuerza al atraer a una Elsa furiosa a su mundo, pero logra encontrar una manera de sortear sus reglas.
Mientras tanto, Ignia encuentra el corazón de Elefseria, pero Selene intenta detenerlo. Sin embargo, Ignia quema el corazón, lo que desencadena una emocionante lucha entre él y Selene. En medio de la batalla, Natsu se enfrenta a recuerdos traumáticos que lo llevan a tomar una decisión inesperada.
La acción no se detiene ahí, ya que el Dios Dragón de la Tierra, Dogramag, despierta de su sueño de 100 años y amenaza la vida de todos los que permanecen en el Gran Laberinto, convirtiéndose en el nuevo rival a derrotar por Natsu y Suzaku, una batalla realmente dificil que solo lograrán sobrevivir gracias a una inesperada ayuda: la de una moribunda Selene, que decidirá utilizar su sabiduría para, esta vez, ayudar a los miembros de Fairy Tail a salir victoriosos.
Con la ayuda de su dominio de la magia espacial y mientras Natsu encabeza el asalto principal contra Drogramag, sus compañeros irán a través del laberinto buscando para destruir las 72 gemas que le dan poder ilimitado al Dios Dragón de la Tierra.
Por supuesto esto no será nada sencillo, y en su búsqueda terminarán dando con un nuevo rival... sí, otro más: n gremio de alquimistas que, entre otros grandes miembros, tienen al mismísimo God Serena...
Grandes batallas, cambios inesperados de cuerpo, comerse dragones de mil formas diferentes, varias cucharadas de fanservice y, ya de paso, ahora toca alquimistas, Fairy Tail: 100 Years Quest logra su cometido y se siente como una digna continuación repleta de imaginación. Los personajes protagonistas se sienten exactamente igual, con sus marcadas personalidades y sus escenas totalmente idas de la olla, algo que es de agradecer.
La historia de Mashima ayuda mucho, pero es el dibujo de Atsuo Ueda lo que termina de convencernos, con un estilo de dibujo exactamente igual al del sensei.