Hoy llegamos con nuestra cosplayer favorita, la divertida y sexy Marin, que nos sorprende en el nuevo tomo número 8 de Sexy Cosplay Doll también conocida como My Dress-Up Darling (Sono Bisque Doll wa Koi wo Suru), obra de Shinichi Fukuda que se encuentra en publicación en nuestro país gracias a Panini Manga.
Nuevamente nos encontramos ante un tomo con un sencillo formato en rústica con sobrecubiertas extraíbles en tamaño Tankobon, es decir, midiendo 13 x 18 cm. En su interior encontramos 200 páginas en blanco y negro, además de las dos primeras a color. El precio de este tercer tomo es de 8.95€ y está disponible en librerías, tiendas de cómics y a través de la web de la editorial.
Pero eso no es todo, la editorial pone a la venta este ejemplar en dos versiones, la normal y una especial que incluye un bonito artbook de 32 páginas, compuesto de una selección de ilustraciones con las que podemos volver a maravillarnos con el precioso dibujo de la autora y los coquetos modelitos de Marin. El pack que incluye el tomo 8 y el illustration book tiene un precio de 11 € y una tirada limitada.
Marin no tiene miedo a enfrentarse a nada y eso incluye realizar su primer crossplay en el instituto, participando en el concurso que se realiza durante el festival escolar. Vamos, más cosas no podían suceder a la vez y poner nervioso al pobre Gojo, quien obviamente va a intentar estar en todo, además del vestuario, el maquillaje y la peluca.
Por suerte los compañeros de clase son conscientes de que este chico es quien va a currarselo todo, por lo que más bien intentar ayudarle en todo lo posible, mostrarse interesados en el proceso de creación de este nuevo álterego de Marin, y ser unos buenazos, la verdad.
Menos mal que el chico tiene mucha entereza y Marin es un sol, porque gracias a ellos dos consiguen deslumbrar con el sexy host Rei, que se lleva los vítores de las asistentes, y una sonrisa gigante de los lectores, porque pocas cosas más geniales hemos leído en este manga, además del momento Champagne Call de toda la clase de Marin.
Siendo así otro momento en el que Gojo es consciente de que no es el raro de su clase porque le guste maquillar muñecas, sino que es un compañero de más, en el que todos confían y con el que se divierten, entre ellos y la que más, Marin siempre.
Qué gran tomo tenemos en nuestras manos. Este y el de la sucubita son hasta la fecha de los más divertidos a nuestro parecer y también de los más entrañables en cuanto a desarrollo de los personajes, porque el que Gojo sea consciente de que la gente le quiere y le apoya, y que Marin se arme de valor para pedirle lo que quiere, es un gran paso en la historia.
Si bien la historia ha tenido poco recorrido en este tomo, ya que las 200 páginas se centran en los últimos días del festival escolar, sí que sentimos como ha avanzado mucho la relación entre los personajes y los secundarios, algo que está quedando muy natural y bien plasmado. Nos preguntamos si volverán a aparecer el resto de cosplayers que hemos conocido hasta la fecha en otros tomos, pero eso ya se irá viendo.
Obviamente, nos morimos de ganas de ver la transformación de Marin en la pequeña pantalla, pero ya en el volumen podemos apreciar como su actitud y poses cambian con el crossplay, lo que le da mucha gracia al tomo y nos recuerdan que no siempre es necesario que los personajes vistan sexy para que nos enamoren.
En conclusión, este tomo nos ha maravillado, dejado con ganas de más y lo hemos disfrutado como si realmente estuviéramos en el festival escolar. No todos los mangas pueden hacerte sentir tan integrado en la historia como lo está logrando este y eso nos encanta.