Nuevamente, llegamos con una review de una de nuestras series manga reculares publicadas por Panini Manga, se trata de los tomos 6 y 7 de la serie The Night Beyond The Tricornered Window, obra de Yamashita Tomoko que nos habla de la confianza y los fantasmas.
Como en tomos anteriores, la editorial nos presenta dos tomos en rústica con sobrecubiertas extraíbles que miden 13 x 18 cm, siendo el clásico formato de un Tankobon. En su interior podremos encontrar 212 y 200 páginas respectivamente, todas ellas en blanco y negro. El precio de cada uno de los tomos es de 8.95€ y están disponibles en librerías especializadas, tiendas de manga y a través de la web de la editorial.
Siguiendo con la historia ahora nos encontramos al detective Hanzawa, uno de los responsables a cargo del caso de Hiyakawa y la secta/culto que lo tenía retenido desde niño. Cuando todavía era joven vivió de primera mano el descubrir la muerte de todos aquellos que estaban en la secta, sin embargo, el detective se negó a creer que fuera algo sobrenatural o que el chico tuviera algo que ver.
Ahora como adulto su lógica y principios le llevan a negar todos esos fenómenos paranormales, lo que le escuda de sufrir maldiciones, aunque al encontrarse por casualidad con Erika Hiura, quien pese a ser una adolescente trabaja lanzando maldiciones, la cosa empieza a descontrolarse para ambos.
Por un lado, el detective resulta dañado con la maldición, que rebota hacia su mujer, y, por otro lado, Erika empieza a temer por su vida a causa de su trabajo, siendo cada vez más consciente de que aquellos a los que maldice son realmente personas, haciéndoles daño y llevándoles muchísimas veces al suicidio o al asesinato.
Por eso Mikado, que se encuentra en el centro de todas estas relaciones, no dudará en ayudar a unos y otros, presentar a sus amigos en común y buscar una solución para aquellos que lo necesitan. Empezando por sacar a Erika y a su guardaespaldas de la mafia sectaria en la que se encuentran metidos.
En estos dos tomos nos alejamos un poco de los personajes principales para conocer mejor las historias de los secundarios que les acompañan. Por un lado, tenemos al detective Hanazawa, el más razonable de todos los personajes, con una lógica deductiva muy interesante y sin ningún tipo de conocimientos o relación con el mundo sobrenatural. Esto resulta muy interesante, ya que le escuda de sufrirlos y proporciona a la historia un punto de vista más realista y humano.
Por otro lado, el personaje de Erika y de su guardaespaldas son claramente los elementos trágicos del manga. Ella una adolescente que ha crecido sin saber que tiene más acciones que las de hacer daño siempre, él un simple accesorio que incapaz de ayudar a la chica, solamente la protege de aquellos que puede ver, lo cual sirve de poco. Un dúo triste y embarrado hasta las cejas, que ahora busca la redención con ayuda de Mikado.
Lo interesante es que los dos tomos conducen al que claramente es el nuevo líder de la secta, ligado a Mikado por temas que no vamos a spoilear, y a Hiyakawa porque fue la secta que le enseño mucho de lo sobrenatural, y poco sobre ser un ser humano. Esto, ligado a la trama de redención de Erika, nos ofrece una gran variedad de escenas tétricas, dramas psicológicos y una exploración muy interesante de la mente de los personajes.
Sumado al dibujo habitual de esta serie, nos encontramos con dos tomos con menos fantasmas y casos aislados, y más centrado en la secta y en las maldiciones lanzadas por Erika, las cuales son habitualmente muy grotescas y desagradables. Parece mentira que solamente queden 3 tomos para acabar esta serie, pero ya tenemos ganas de ver el desenlace.