Reseña de JoJo’s Bizarre Adventure Part VII: STEEL BALL RUN vols. 11, 12 y 13 de Hirohiko Araki - Ivréa
IVRÉA lanzaba estos meses los tomos 11, 12 y 13 de la septima parte del aclamado manga JOJO'S BIZARRE ADVENTURE (ジョジョの奇妙な冒険 JoJo no Kimyō na Bōken) de Hirohiko Araki.
Con ellos continúa STEEL BALL RUN con la que la serie marca un antes y un después al desmarcarse la linea temporal que habíamos disfrutado hasta ahora tras el apoteósico final de Stone Ocean.
IVRÉA está realizando un trabajo ejemplar con esta franquicia sin horribles cambios de nombre respecto al original, una traducción al castellano impoluta y sin saber que es la censura. En esta ocasión y con STEEL BALL RUN encontramos un rediseño de las portadas para marcar este cambio de era, recopilándose todo el arco a lo largo de 16 tomos B6 de cadencia mensual.
Como es habitual, vamos a darle un buen repaso a estos tomos y su edición, pero como siempre, pasemos primero por una introducción para todos los herejes que aun no conocéis este fenómeno del shonen...
El fenómeno de JOJO'S BIZARRE ADVENTURE
Estamos ante uno de esos mangas de leyenda, una obra que ya forma parte del imaginario de cualquier otaku y cuyos memes plagan internet desde tiempos pretéritos. Pero por desgracia, este manga no llegó en su momento a nuestras manos. No ha sido hasta el lanzamiento de la serie anime iniciada por David Production en 2012 que el fenomeno ha comenzado a explotarnos en la cara. Y aquí estamos, en 2017, locos por echar la mano a un poco de JoJo; algo que gracias a Ivréa y SelectaVisión (quienes han licenciado el anime) podemos hacer por fin.
Todo esto empezó en la revista Weekly Shonen Jump de Shūeisha treinta años atrás, en enero 1987, cuando el bueno de Hirohiko Araki dió inicio a la publicación de una obra que terminaría vendiendo más de 70 millones de copias en todo el mundo y se convertiría en el segundo manga más largo de la historia del sello editorial.
A estas alturas y con toneladas de videojuegos, merchandising de todo tipo, adaptaciones a OVAs, películas anime, la ya mencionada serie anime, un live action en camino dirigido por Takeshi Miike (rodado en Sitges nada más y nada menos) e incluso haberse llegado a asociar con la famosa marca italiana GUCCI para celebrar sus respectivos 30º y 90º cumpleaños, el fenómeno continúa vivo, y tras la finalización en la revista Ultra Jump de su octavo arco, Jojolion, el autor ha anunciado la novena parte Jojoland.
Así es, 30 años después y con la friolera de ocho sagas distribuidas a lo largo de 119 tomos (y sigue), la monstruosa saga de la familia Joestar sigue dando que hablar...
Año 1890. Un magnate anuncia una carrera a caballo que atravesará Estados unidos desde San Diego hasta Nueva York llamada Steel Ball Run, cuyo suculento premio en metálico llama la atención de cientos de corredores.
Uno de los corredores es Gyro Zeppeli, un joven enigmático que utiliza una suerte de bolas metálicas para desplegar su extraño poder al hacerlas girar a grandes velocidades provocando una enorme energía centrífuga, quién busca el premio para poder salvar una vida inocente sentenciada a muerte en su país.
Otro es Johnny Joestar, un experto jinete que perdió el curso de su vida al quedar paralítico a raíz de una herida provocada por su propia estupidez, decida participar tras accidentalmente descubrir que ese poder podría devolverle el control sobre sus piernas.
Pronto, ambos jinetes comenzarán a colaborar, solo para descubrir que el objetivo real de la carrera es recuperar las partes de un cadáver sagrado que otorga misteriosos poderes a sus poseedores. Inmersos en la espiral y en la caza de estas partes, la extraña pareja tendrá que sobrevivir mientras los usuarios de Stand aparecen uno detrás de otro para quitarles las que ya han reunido.
En estos tomos la historia comienza a precipitarse hacia su conclusión con toda una serie de nuevos giros que, al fin, comienzan a revelar las verdaderas posiciones en la historia del presidente de Estados Unidos y Lucy Steel.
Por su parte, veremos como Gyro y Johnny continúan avanzando en la carrera intentando mantener una buena posición mientras sobreviven uno tras otro a los usuarios de Stand que el enemigo va lanzando en su camino, gracias al uso de sus cada vez más depuradas habilidades y uso del rectángulo dorado, que ambos han logrado perfeccionar hasta límites insospechados para potenciar sus poderes hasta un nuevo nivel, como podemos ver en su enfrentamiento contra Axl RO y su letal stand Civil War.
Por otro seguiremos las aventuras de Wekapipo, un jinete que posee una técnica muy similar a la de las bolas de acero de Gyro que tras superar su trágico pasado durante su enfrentamiento se une Zeppeli, siéndole encomendada la misión de proteger al señor Steel de sus asesinos.
Finalmente tenemos a la esposa del señor Steel, Lucy, quién tras sobrevivir milagrosamente a los tomos anteriores ha usurpado el aspecto de la esposa del presidente, el auténtico villano en la sombra tras la carrera, con la finalidad de proteger a su marido y de paso descubrir dónde esconde el resto de partes del cadáver.
Por supuesto su disfraz no durará demasiado, y no solo descubriremos las intenciones del presidente y sus verdaderos planes si no que quedará revelada la auténtica naturaleza que se esconde tras la identidad del cadáver y Lucy pasará a tener mucho más relevante en la historia del mismo.
Sin duda este arco es cada vez más intenso e interesante, repleto de misterios que nos dejan con ganas de más y con personajes cuyo desarrollo nos absorbe por completo en sus viñetas.
Además y como siempre, la originalidad de todas las batallas y de sus enemigos, así como de sus variopintos stands rodeado del característico dramatismo exagerado gracias a la épica narrativa de sensei Araki, poses de lo más retorcidas para los personajes y combates repletos de acción.
Sin duda, Steel Ball Run tiene mucho que ofrecer, y la recomendamos encarecidamente.
La edición Bunko de Lujo de Ivréa.
Antes de terminar este post, daremos una vez más un repaso a la excelente edición de lujo que tenemos entre manos.
Ivréa nos ofrece una edición basada en la BUNKO japonesa, la cual es una reedición del tankoubon original en unos tomos más pequeños, pero que albergan bastantes más páginas en su interior (entre 250 y 300).
Ivréa nos ofrece una edición basada en la BUNKO japonesa, la cual es una reedición del tankoubon original en unos tomos más pequeños, pero que albergan bastantes más páginas en su interior (entre 250 y 300).
 |
| Tomos de la edición Bunkoban japonesa. |
La editorial ha cogido esta edición y hacerla evolucionar a lo más parecido a una Jojonium posible (la última edición japonesa de lujo), aumentando el tamaño del tomo al tipo B6 (12,8 x 18 cm.), obteniendo un tamaño de página mucho mayor en el que, tal y como ellos mismos dicen, podemos apreciar mejor el arte de Hirohiko Araki.
Además, la edición guarda alguna sorpresa adicional, como la inclusión en su interior de la ilustración a todo color de la portada "limpia" para que podamos disfrutarla, así como la aplicación de tintas dorado metalizado sobre negro bajo la sobrecubierta. Una maravilla.
