Review del cómic PTSD de Guillaume Singelin - Grafito Editorial

Review del cómic PTSD de Guillaume Singelin - Grafito Editorial

Hoy llegamos con un cómic muy especial que nos trae Grafito Editorial de la mano del autor francés Guillaume Singelin, quien se ha encargado del guion y del arte de PTSD, una obra que habla de la guerra, la paz y de June. Su preventa empieza el 28 de enero y dura hasta el 28 de febrero, enviando los ejemplares a partir de marzo, y nosotros os venimos a mostrar que podréis encontrar en su interior si decidís haceros con él.


Para comenzar, nos encontramos con un tomo en tapa blanca con solapas que tiene un tamaño de 17×24cm, muy habitual en la editorial y que se acerca más a la lectura de un libro que a la de un cómic europeo o americano. Su interior formado por 200 páginas a todo color os dejarán sin palabras, porque además de estar ante un cómic bélico y social, también encontraremos una serie de complementos en sus últimas páginas, con bocetos de personajes y diferentes explicaciones del autor.

Para todos aquellos que se quieran hacer con este magnífico ejemplar, lo tienen en preventa en diferentes packs de compra que incluyen láminas, trípticos, cómics extra etc. según el precio a pagar, que va de 20€ a 160€.

PTSD 
Jun es una soldado que acaba de regresar a su casa de una guerra impopular. Ni el ejército ni el gobierno se hacen cargo de los veteranos, así que normalmente acaban durmiendo en la calle. Enganchados a los calmantes, vuelven al campo de batalla con cada pesadilla… Sus miedos la llevan a desconfiar impidiendo que se curen cicatrices que no se ven, pero están ahí.

Con este panorama por delante, a Jun le es difícil confiar en la gente, siempre está alerta y le resulta imposible dormir cuando los recuerdos la persiguen y solo se callan con la droga que le suministran las bandas callejeras. Eso implica que ella y muchos otros como ella, estén a merced de estos criminales de poca monta, que imponen su ley y se aprovechan de su debilidad a golpes y a tiros.

Pero Jun no se quedará de brazos cruzados viendo como otros se aprovechan de ella, se pondrá en pie y de una forma o de otra, conseguirá lo que necesita: ya sean drogas o estabilidad. Aunque lo que no esperaba encontrar era apoyo en los lugares más sorprendentes, entre las calles, en comercios y entre aquellos como ella misma que sufren del mismo síndrome que ella, PTSD.


PTSD son las siglas del Trastorno de Estrés Postraumático en inglés. Una enfermedad desencadenada por una experiencia extrema. Como consecuencia, la persona sufre pesadillas, angustia o revive el trauma. Eso es lo que le pasa a muchísimos veteranos, así como a personas que han sufrido un fuerte trauma, y entre ellas se encuentra nuestra protagonista, Jun.

Hoy es considerada enfermedad, pero hace varios años no lo era y la gente que la sufría no recibía ningún tipo de atención médica, similar a lo que le sucede a Jun. Ella, reacia a compartir sus terrores nocturnos, aprenderá a vivir sola, a valerse por sí misma y no aceptará nada de nadie, ni gratitud, ni limosna. Este mecanismo de autodefensa la irá destruyendo poco a poco hasta que entre en punto de no retorno.


Esta desesperación, miedo y agobio se plasmará perfectamente en el papel gracias a Guillaume Singelin, quien se nota ha realizado una interesante labor de investigación para traernos un personaje humano, con defectos, virtudes y mucho, mucho orgullo, que irá evolucionando a medida que adelantemos páginas.

Pero no solamente de esta enfermedad irá el cómic, sino que además nos mostrará la trama del submundo en el que June vive, ese formado por pandilleros, drogas, bandas y odio. Uno en el que la gente vive y muere por los suyos, haciendo de héroe y villano según las cartas que le haya ofrecido la vida. Porque el drogadicto no tiene por qué ser siempre el héroe, ni el camello siempre el villano.


En cuanto al arte, la verdad es que encontramos una gran mezcla de estilos y personajes, pero todos con un diseño muy particular. Algunos tienen grandes expresiones faciales, otros diseños de vestuario más cuidado, o peinados muy peculiares, pero todos encajan perfectamente en este mundo que Guillaume ha creado gracias al particular uso del color.

Sus tonos brillantes con paletas cálidas son una gozada para la vista y los fondos cuentan con un nivel de detalle espectacular. La verdad es que hacía tiempo que no veíamos este despliegue de colores, formas y sombras, incapaces de ver espacios vacíos sin razón.

En conclusión, estamos ante una gran obra con la que disfrutaremos del crecimiento de un personaje que pasa de estar en la miseria a ganar una posición estable en la sociedad en la que convive. Un recuerdo tangible de que hay enfermedades que no son visibles y que no por ello dejan de existir, y de que la convivencia en grupo alivia muchos males. Todo esto, sumado al particular arte de este dibujante y a la espectacular paleta de colores, lo convierte en una obra que apreciar con el mimo y cariño que ha puesto la editorial que se encarga de editarla.