Este pasado 2022 Ediciones Babylon nos sorprendía con el lanzamiento de una nueva licencia muy esperada, especialmente por tratarse de un género que había quedado profundamente olvidado en nuestro mercado: el Hentai.
Vanilla Essence (ヴァニラエッセンス), obra de Yamatogawa, llegaba demostrando con unas fabulosas ventas que la editorial estaba en lo correcto al arriesgarse a apostar por una propuesta que parecía que nadie se atrevía a abordar.
Es sabido por todos que los tiempos que corren son realmente positivos para el sector del manga. Las editoriales ya parecen atreverse con todo en esta época de bonanza, licenciando obras absurdamente longevas que antes no hubieran sacado ni a punta de pistola, como Jojo's Bizarre Adventure o Hajime no Ippo, o sumergiéndose en categorías anteriormente escasas e incluso no estrenadas, como el Yuri o el Omega Verse.
Lo más curioso es que, si bien hace décadas editoriales como Norma Editorial se atrevieron a lanzar manga hentai como Dragon Pink (1997) o la obra de U-Jin (Angel, 1994), todo este tema había quedado enterrado en el olvido y siendo únicamente accesible a través de scans en la red.
¿Pensaban que el manga de folleteo normal no le interesaba a nadie? Pues se equivocaban.
El Hentai tipo Vanilla sigue funcionando en el mar de bizarradas rebuscadas que le rodean (y que aunque las llame así, también nos gustan). A veces lo más sencillo, es lo que mejor funciona.
Y si no que se lo digan al shônen de toda la vida.
Cómo bien indica su nombre, hentai vanilla del bueno es lo que nos ofrece Yamatogawa con este tomo publicado originalmente en Japón en 2015 por la editorial Akaneshinsha, un recopilatorio de 9 historias que no inventan nada pero ofrecen muchísimo en el panorama desolado de su género, y que Ediciones Babylon nos trae en un precioso formato rústica con solapas tankoubon similar a una edición kanzenban, un tomo A5 (150x210) con algunas páginas interiores a color.
Nos encontramos ante 9 tramas bastante simples y clásicas, todas con jóvenes chicas de instituto en el obligatorio uniforme y sus experiencias sexuales con sus parejas o a causa de fortuitos encuentros, escenas atrevidas que van desde una muchacha descubriendo su faceta voyeur a un viaje de fin de curso por Kioto bastante subido de tono, hasta la campeona de natación utilizando las instalaciones de la escuela para disfrutar con otros... fluidos.
Cada una de las nueve historias es totalmente independiente de las demás y no se alarga demasiado, llevando rápidamente al tema a la pareja de turno sin grandes complicaciones, con el único y claro objetivo de llevarlos a follar a tope para gusto del lector. Sí, esto de alguna manera hace que todos los capítulos sean de puro mete y saca pero... ¿No es eso lo que buscamos al leer hentai?
A esto le acompaña un dibujo fantástico: Yamatogawa sabe bien lo que se hace, planteando en cada uno de los capítulos una historia lo bastante diferente y con personajes fácilmente diferenciables, creando unas jóvenes de ensueño que protagonizan unas escenas repletas de un erotismo intrínseco que solo calienta a su lector para lo que está por venir... y si no, como referencia, os dejamos arriba esa escena del dedo. Brutal.
Y por si esto fuera poco, nuestra edición no tiene la habitual censura que suele acompañar al "porno japonés". Así es, este manga esta lleno de genitales.
Por todos lados, en todas las páginas.
Sacar hentai parecía "lo fácil" desde fuera... pero esta publicación supone un antes y un después en el mercado del manga español. Y desde luego Vanilla Essence da de sobra la talla para ser la precursora de ese futuro.