Reseña de GTO (Great Teacher Onizuka) vol. 5 de Toru Fujisawa, Ivrea.

   

Recientemente Ivrea lanzaba el tomo 5 (de 12) del gran GTO (Great Teacher Onizuka), uno de los clásicos con los que la editorial nos maravilla, ofreciendo un catálogo cada vez más interesante.

La serie del autor Toru Fujisawa se publicó entre los años 1997 y 2002 con un éxito arrollador que dio pie a un celebrado anime, múltiples live action y una película, así como un spin-off y una secuela.

Anteriormente llego a España en 2017 bajo la editorial MangaLine, quedando inconclusa con 14 tomos.

Ivréa publica la obra basándose en la edición bunko japonesa, en formato deluxe B6 rústica con sobrecubierta, lanzando el primer volumen el pasado mes de octubre de 2021 y siguiendo con una periodicidad bimestral, constando de un total de 12 tomos de unas 400 páginas en blanco y negro (alunas a color).

GTO – GREAT TEACHER ONIZUKA vol 5

Eikichi Onizuka, tras un pasado como un legendario pandillero, decide afrontar la vida adulta y buscar empleo. Tras probar varias ramas finalmente descubre que su vocación es la de ser profesor, por lo que decide perseguir su sueño a toda costa y, tras una serie de catastróficas situaciones, Eikichi consigue pasar a ser profesor en pleno derecho gracias a caerle en gracia a la directora de un colegio privado con sus métodos poco ortodoxos. Contratado en unas condiciones bastante cuestionables, Onizuka comenzará a dar clases una vez más a la clase más problemática del centro, aunque en este caso sea una bastante diferente de la anterior... que le llevará de cabeza.

Tras llegar a su final la saga de Urumi y lograr que la terrorista escolar no solo vuelva a clase, si no que se lleve genial tanto con Onizuka como con sus compañeros, nos encontramos con un leve descanso antes de abocarnos de nuevo a otra de las grandes sagas, una pausa que viene aderezada con bvarias historias graciosas sobre los personajes de este manga, como es el caso de Kunio y su historia de las cartas de amor.

Tras un buen par de gags y como ya os decíamos, el manga da inicio a un nuevo arco cuando Aizawa, para nada contenta con el hecho de que ahora Urumi se haya unido a la tropa de Onizuka, decida emprender su propia campaña para conseguir que expulsen al tutor de la clase.

Tras chantajear junto a sus amigas al coordinador Sakurai, las malvadas escolares llevarán a cabo un complot terrible mediante el cual engatusarán a todo el colegio para que piensen que Onizuka a malversado los fondos destinados a la excursión de final de curso.

Encontrándose entre la espada y la pared, Onizuka deberá asumir las culpas para poder salvar a su alumnos, endeudándose hasta las trancas cuando prometa no solo devolver el dinero, si no llevar a todos los alumnos a la Isla de Okinawa.

Ahora, debiendo 8 millones de yenes y teniendo que reunirlos en una semana, Urumi y sus compañeros y el propio Onizuka comenzarán a llevar a cabo los planes más desquiciados para lograr este imposible, mientras la cuenta atrás para su despido se acerca cada vez más...

Toru Fujisawa lo peta con esta saga, no solo poniendo al profe en la peor situación que ha vivido hasta la fecha, si no además echando mano a una crítica imparable a la sociedad machista y corrupta que le rodea, desde los pervertidos de los metros que acosan a las mujeres en los vagones hasta a esos maduros ricachones que compran colegialas como si fueran mercancía, toda una fauna indigna a la que no se corta en mostrar para lograr que su historia se convierta en el tren imparable de diversión que es.

Un manga mítico dónde los haya, al fin tenemos aquí una edición que hace justicia al gran Eikichi Onizuka, una obra que a penas a envejecido y aun a día de hoy es de lo más disfrutable.