Retomamos una de nuestras series shojo favoritas con los dos últimos tomos de la Blancanieves pelirroja, obra de Sorata Akiduki que se planta ya con los tomos 12 y 13 en librerías, gracias como siempre a Norma Editorial.
Como venía sucediendo con los anteriores tomos, nos encontramos ante dos ejemplares en rústica con sobrecubiertas extraíbles que miden 11,5 x 17,5cm. En su interior podremos leer 192 páginas de emoción, romance y diversión que seguro encantarán a los fans de esta serie. Cada uno de los tomos está a la venta por 8€ y disponibles en librerías, tiendas de cómics y a través de la web de la editorial.
La coronación del hermano de Zen es inminente, y por ello acude gente de todas las partes del reino a vivir semejante evento, desde los amigos de Lilas, hasta el padre de la protagonista, o incluso el príncipe Raj de Tanbarun. Un evento que el mismo Izana aprovecha para demostrar al mundo que su hermano queda como principe de la corona dejando la posición de Shirayuki muy cotizada.
Quizás por eso el siguiente trabajo de Shirayuki consiste en poner rumbo a Lilias para seguir buscando algunas de las hierbas y alejarse de la capital, momento en el que se da cuenta de lo mucho que echa de menos a sus amigos. Esta añoranza le provocará una tristeza ante la que Zen, afortunadamente, responderá.
Sin embargo, lo más preocupante llega poco después y es que Shirayuki, a petición del ahora rey Izana, va a ser trasladada a Lilias para trabajar como boticaria e investigadora. Dos años en los que permanecerá alejada de sus amigos y de Zen, lo que provoca que incapaz de contener su tristeza, empiece a llorar. Por suerte para Shirayuki, Kiki entenderá la situación y acudirá a Zen para que la consuele.
Así, tras una emotiva despedida Zen hace lo que sabe que tiene que hacer, mandar a Obi, quien ha admitido sus sentimientos hacia Shirayuki, a vigilarla y cuidarla a Lilas, donde la chica permanecerá esos dos años al menos en su compañía.
Dos emotivos tomos en los que el romance de los protagonistas avanza y se estanca, porque a fin de cuentas, la distancia ahora supondrá una gran e importante barrera. No sabemos si la autora aprovechará este momento para hacer un salto de dos años, o si nos seguirá narrando el desarrollo de los personajes durante su estancia separada, pero tendremos que ver que nos ofrece.
Por otro lado, me parece realmente sorprendente que finalmente Obi haya aceptado lo que siente por Shirayuki, pensaba que sería algo que se guardaría para sí mismo eternamente, más como un amor platónico que como otra cosa, pero el que se lo haya dicho a Zen resulta en la cosa más noble que podíamos encontrar en esta obra, una gozada.
Finalmente, pasando al apartado artístico encontramos grandes escenarios con los que disfrutar del detallado dibujo de esta autora, aprovechando la coronación de Izana para dar bombo y platillo a decorados majestuosos. Personalmente, además a mí me ha encantado ver a Shirayuki con diversos vestidos, desde lo más formal a su traje de calle o al de viaje, todo ello gracias a sus viajes la chica tiene un vestuario muy rico en detalles.
Así pues, queda pendiente saber como continuará esta obra, si seguirá como pensamos ofreciendo el dia a día cotidiano de Shirayuki en Lilas, o si hará un salto en el tiempo hasta el reencuentro de los enamorados. Tocará esperar al siguiente tomo para descubrirlo, pero desde luego ya tenemos muchas ganas.