Hacemos un salto al pasado con la nueva serie que pone en publicación Arechi Manga, obra de su querida autora fetiche Keiko Nagito. En este caso estamos hablando del primer volumen de dos del manga Premier Muguet, el cual cuenta con dibujo de Yoko Hanabusa.
En esta ocasión nos presentan un tomo en rústica con sobrecubiertas que tiene un tamaño de 123×182 mm. En su interior encontramos 352 páginas en blanco y negro que recopilan los dos primeros tomos originales de la versión japonesa, lo que nos deja ante un tomo bastante gordito que leer. Para aquellos que quieran hacerse con este primer recopilatorio, lo tienen a la venta en librerías, tienda de cómics y a través de la web de la editorial por 15€.
La vida de Chévie está llena de alegría y juegos, es una chica feliz que hace deporte, está enamorada de su capitán de equipo y es la hija del mayor perfumista de la zona. Sin embargo, su vida cambia cuando su amigo Paul le cuenta que ha visto a un chico idéntico a ella, tan parecido que podría ser su hermano gemelo.
¿Quién es el misterioso muchacho? Pues resulta que si, efectivamente es su hermano gemelo, quien fue separado de ella y de su padre por si madre, quien se marchó de sus vidas cuando ella era pequeña. ¿Pero entonces, como es que han vuelto al mismo pueblo en el que están los dos?
Desde luego Chévie no le puede preguntar a su padre, quien se niega a hablar de ella como si fuera el diablo, y Paul no se atreve a preguntar a su madre porque ella ya ha empezado a rehacer su vida y a ser feliz nuevamente. Sin embargo, ambos saben que tienen que hacer algo para solucionar este problema.
Así pues, aprovechando sus similitudes, decidirán intercambiarse siempre que puedan, para apoyarse todo lo posible, y llegado el momento, ver que pueden o no, hacer con sus padres y su vida como familia.
Nos encontramos ante el clásico manga de romance en el que dos hermanos se intercambian puestos para vivir la vida del otro, pero sin llegar a tal extremo. En este caso los dos solamente utilizan el comodín de "somos iguales", en ocasiones contadas, ya que la broma no llega tan lejos, pero sí que resulta gracioso al provocar escenas incómodas y chistes varios.
Sin embargo, lo más llamativo es la insistencia por parte de la protagonista de conseguir el formato de familia ideal por mucho que sus padres no se llevaran bien desde un principio. Desde luego este concepto es muy retrógrado y me alegra ver como la obra, aunque pueda parecer chapada a la antigua, nos demuestra al menos en el primer volumen que no tiene por qué ser el modelo correcto de familia. Un punto a favor para Kieko Nagita en este sentido.
En cuanto al arte, en este caso es Yoko Hanabusa quien realiza las viñetas en un estilo que de base se parece mucho al que se utiliza en otras obras de la sensei Nagita, incluyendo incluso el efecto cómico exagerado en las escenas cómicas o humorísticas. Se nota que esta autora tiene un estilo muy definido en mente y que aunque ella no sea la dibujante, siempre busca el mismo estilo.
Así pues, para acabar podemos decir que estamos ante un curioso manga, que de buenas a primeras podría parecer demasiado retro por su personaje clásico, pero que nos demuestra que la vida no tiene que ser de color de rosa o estar basada en el estereotipo de una revista. Mucho más moderno de lo que podría parecer a primera vista.