Muchas historias suelen contarse sobre monedas que pasan de mano en mano. Es el clásico Token cómodo sobre el que afianzar una historia o que incluir en obras ya construidas para darle ese toque de misterio e intriga. Sobre monedas va el cómic que tenemos en nuestras manos y que lanzó Panini bajo el nombre The Silver Coin: La moneda de plata, obra creada por Michael Walsh junto a los artistas Chip Zdarsky, Kelly Thompson, Ed Brisson y Jeff Lemire.
El formato con el que se nos presenta, es un lomo de tapas duras con un tamaño de 17x26 que recopila en su interior 128 páginas a todo color en la que nos cuentan 4 historias extrañas y oscuras que giran en torno a la misma moneda. Para aquellos que quieran hacer este viaje al misterio, tienen el tomo a la venta por 20€ en librerías, tiendas de cómics y a través de la web de la editorial.
The Silver Coin. La moneda de plata 
La fortuna de una banda de rock en decadencia, que se ve desplazada por la movida disco que cada vez llena más locales con sus canciones pegadizas y su ritmo en la pista de baile, cambia de la noche a la mañana después de que encuentren una misteriosa moneda de plata. Una moneda que el guitarrista y jefe de la banda será incapaz de soltar de sus dedos.
A continuación, la moneda llega a las manos de una chica inocente y sencilla que tiene que pasar el verano en un campamento en el que no conoce a nadie, pero en el que unas chicas crueles descubrirán el dolor que puede llegar a sufrir esa pobre niña y el que esa misma les puede llegar a infligir.
Otro de los lugares en los que se recuerda la aparición de esa extraña moneda será en la Nueva Inglaterra puritana, durante la caza de brujas, la época más oscura de la religión en la que por muy buena vecina que seas, si a tus coetáneos les miras mal o tienes la colada más blanca, puedes acabar perdida.
Y así será como se llegue hasta el futuro desolador de 2467, en la época de los implantes y la cibernética, cuando una moneda no tiene más valor que el que le pueda dar un grupo de adolescentes. El mismo que el de unos delincuentes que arrasen con un inocente y quemen su casa.
Es gracias al misticismo y a la oscura procedencia de esta moneda, que el autor de esta obra es capaz de ofrecernos todo tipo de historias, cada cual más retorcida, girando alrededor de un objeto que no se sabe si está maldito, si está poseído por algo más o si simplemente es capaz de sacar la oscuridad de las personas.
¿Pero no es ese precisamente el encanto de este tipo de obras? El no saber bien por qué se ha llegado allí, el dejar el resquicio de la ventana abierta para que los lectores podamos preguntarnos el porqué, buscar más información al respecto y como no, esperar los siguientes tomos con más historias sobre este extraño y pequeño artefacto endemoniado.
Lo interesante de este tomo es que además el arte corre a cargo de diferentes autores, por lo que cada historia tiene no solamente su propia trama, sino sus propios diseños de personajes, tan interesantes como pueden llegar a ser de perturbadores. Rockeros, niñas dulces, clérigos o personajes futurísticos, aquí hay sitio para todos y todos son bienvenidos.
Así pues, estamos ante un gran primer número que nos ofrece unas historias muy interesantes. Todas son autoconclusivas, todas enlazan con la moneda y son la forma perfecta de picar en esas tramas de misterio y terror que tanto nos gustan.