Entrevista a Comic Pau en Tarraco Manga

En la primera edición de Tarraco Manga contactamos con el creador de contenidos y dibujante Comic Pau. Acto seguido, la entrevista.

¿Cómo decidiste hacerte creador de contenidos?

Pues, desde bien pequeño me ha gustado todo lo que es el mundo del anime gracias a Cataluña que hemos tenido un canal llamado Club Súper 3, 3XL. Y, desde bien pequeñito, mediodías, tardes, consumía todo su contenido. Todo el anime me fascinaba. Además, tenía la pasión que era el dibujo. Era el típico que estaba en clase dibujando en las mesas, los libros, sin parar. Y eso. La motivación de tener detrás un canal que te traiga tanto contenido japonés hizo que todo mi interés fuera aumentando hasta el punto de que soy un otaku bestial. Consumo todo tipo de animes, dibujo. Esa es un poco mi historia, mis inicios.


Suena muy bien. Cuando grabas tus vídeos, ¿qué preparación previa hay detrás?

Preparación hay poca. Lo único que hay una idea o algo que me gusta mucho y quiero comunicar. Por ejemplo, acaban de anunciar que Zatch Bell! va a tener una reedición en kanzenban. Y a mí, Zatch Bell! es una serie que me flipa, me encanta. Me motiva y digo: “pues, hago un vídeo”. O hago un post en Instagram aunque, a lo mejor, no sea lo más mainstream del mundo porque Zatch Bell!, a lo mejor, aquí en España no es tan tan conocido y en otros lados sí que es. Pero, me apetece y lo hago. Esa es la preparación. Tampoco es que sea mucho. No hay un guion ahí detrás ni nada. Sino ganas de comunicar algo que me apasiona y, si hay alguien que pues le ayuda, le motiva, le puede encaminar a descubrir una nueva serie o lo que sea que estoy comunicando, eso que se lleva.

¿Recuerdas tu primera vez con One Piece?

Sí. Fue en Telecinco. Ver capítulos sueltos en la isla de Little Garden que pensaba: “¡ostia! ¡Qué guapo! Unos dinosaurios, espectacular”. Y después, algunos capítulos puntuales. Pero me gustaba porque yo vi unos dinosaurios: un diplodocus. ¿Qué está pasando aquí? Y después, cuando lo emitieron desde el inicio en catalán, que lo vi desde el principio, dije: “¡ostia! Que iba de piratas la cosa, que iba de piratas”. Esa fue mi primera vez, así que recuerdo de ver One Piece en Telecinco. Hay que decir que: “¿esto de qué va?” Es que One Piece es muy chocante. Vas a una isla y un tío está convirtiendo a unos tíos en cera. Después, vas a otra y te sale un camello y un cangrejo por el desierto, claro. Y que dices que va de piratas. Como no lo pilles en el momento en el que están con el barco navegando (risas) poca cosa. Y esa fue la primera vez.


¿Qué significa para ti One Piece en tu vida?

Es la serie que más me ha marcado. O sea, la llevo tatuada. Creo que es un antes y un después. Creo que hay mucho trasfondo y, sobre todo, un apego a los personajes. Cada uno se siente identificado con uno y, bueno, yo sobre todo con Ussopp. A Ussopp le tengo un amor increíble por el simple hecho de que me veo reflejado en él. Una persona que es muy humana, de que se ve envuelto en unas circunstancias súper adversas, pero, a pesar de sus miedos, siempre acaba sacando su lado valiente y quiere demostrar a los demás que los quiere, pero, bueno, tiene sus momentos cómicos porque es el payasete del grupo. Pero, valoro de él eso. Esas cosas de valiente, de ser humano que en muchas situaciones de mi vida he visto reflejada y por eso me gusta tanto. Pero, ves muchas otras cosas en muchos otros personajes. O sea, Luffy. Ser el capitán, ¿sabes? Demostrarlo. A pesar de ser un tonto típico de shōnen es el capitán que demuestra que está ahí por los suyos y dice frases tan simples, pero a la vez tan geniales y motivadoras. A mí, por ejemplo, lo del momento de la isla de Drum cogiendo la bandera de Hiruluk, “¡Tú no estás solo, estamos contigo!”, el momento de Nami: “eres de las nuestras”. Son cosas que se me ponen los pelos de punta. Son escenas que yo creo que ningún otro anime o manga, shōnen así, porque obras hay muy buenas, pero creo que esto no lo ha logrado ninguno más.

¿Cómo valoras la saga de Wano-kuni?

Bueno, me han hecho spoilers. Aún no la he acabado porque voy a publicación española. ¿Qué me pasa? A mí, las nuevas sagas me gustan mucho, pero creo que el hecho de no tener un apoyo de anime, como tenía antes el catalán, que es como tenerlo muy machacado. Es que te sé decir hasta el nombre del camello, Matsuge. Me lo conozco mucho más por el simple hecho de que me lo vi muchas veces en anime, me lo releí en el manga. Entonces, el hecho de que me salga en un tomo tal, no lo voy con un hilo tan tan seguido y, a veces, es como que muchos nombres me cuestan. Cuando lo leo, sé qué es, pero me cuesta. Entonces, siento que tiene que acabar la saga para volvérmela a releer y entenderlo bien todo, ¿sabes? Porque es como un Arabasta que estás arrastrando desde Punk Hazard. Que Arabasta estabas desde el Reverse Mountain que empiezas con Vivi y vas arrastrando todo. Entonces creo que es una saga que se tiene que releer para valorarla. Me gusta, pero me gustaría volver a releer para acabar de valorarla bien. Porque es eso de que no puedo dar una valoración bien dejando tanto espaciado de tiempo, de me leo un tomo cada mes. Entonces muchas cosas se me quedan perdidas. Tengo que releer para acordarme. Esa es la sensación. Mala no es, pero a mí lo que me pasa ahora con One Piece que entiendo es que es como un Shippuden. Ahora ya estamos en un punto en que lo que teníamos antes de batallas uno contra uno, las gracias que teníamos tanto no las vamos a tener ahora, que echo en falta, pero entiendo porque estamos ya al final de la obra y tiene que ser más maduro, algo que voy a explicar de qué va aquí. Ahora ya son guerras pirata. Antes era uno contra uno. Ahora son guerras de verdad: un Marineford. Cosas que es lógico. Ahora valoro mucho más la historia que no lo que era antes. Antes valorabas la epicidad, momentos divertidos de que Nami te saca unos pájaros de la barra que ha hecho Ussopp y te ríes. Son diferentes puntos, pero no quiere decir que sean malos. Son diferentes y necesarios para la obra, yo creo. Para que evolucione y que acabe.


En tus redes vemos mucho merchandising de One Piece, ¿cómo empezaste a coleccionarlos?

Bueno, tienda del barrio de toda la vida. Todo empezó ahí. Ahora ya está cerrada. Por Sant Andreu había una tienda que se llamaba Bon mític. Ahí es donde empecé. Todo empezó con un amigo mío que me trajo cómics al cole de Dragon Fall, la parodia de Dragon Ball. Entonces ahí fuimos y digo: “hey, que yo quiero saber más de esto”. Fuimos a la tienda de cómics del barrio y ahí vimos que todas las series que veíamos en el canal del Club Súper 3 estaban ahí. Entonces recuerdo que empezó One Piece y yo me los compré sueltos. Me los compraba como un loco. No seguía la historia. A lo mejor no habían llegado a Drum, pero yo me leí un tomo de Drum porque había visto algo de Chopper que me molaba en ese momento su dibujo. Decía: “¡ostia!, el reno la tiene que liar”. ¿Sabes? Y me cogía uno de Drum porque sí, ¿sabes? Sin lógica ni siguiendo un hilo conductor. Ya después, claro es que esto yo tenía diez años. Ya con doce, trece y tal, ya sí que ibas con sagas y con el anime ibas reapoyando para ver todo lo que iba pasaba de manera lineal, ¿sabes? En la historia del tiempo. Así empecé.

¿De qué trata tu cómic Jesús y Judas?

El dibujo tiene una clara referencia a Eiichiro Oda, Bobobo, Zatch Bell!, La ley de Ueki. Animes, sobre todo, de mucho humor. Me gusta mucho que los personajes sean muy característicos. Tienen mucho desarrollo, ¿sabes? Y que no lo pierdan a lo largo del tiempo. Me da pena, por ejemplo, series como Naruto que veo unos personajes increíbles y, ¡qué desechados! De decir: “¡ostia!, tío. Tienes personajes muy guapos y están ahí, ¿sabes? Están ahí, tío”. Te diría que todos los personajes. El de los bichos, que era Aburame. Hay algunos que sí les dan más en algunos arcos, pero que dices: “una guerra final y tal, ¿sabes?”. Y creo que en One Piece, eso es lo que quiero reflejar en el mío, que en One Piece tienes a Mr.2. Te lo van sacando, ¿sabes? Y es un reciclaje tan bueno que es tan bonito, que es mágico One Piece. El mío, así una sinopsis corta. Dos hermanos que, de golpe y porrazo, en una trifulca entre tres matones de instituto que tienen rencillas con ellos del pasado obtienen unos poderes esporádicos, del azar. Y, a partir de ahí, pues irá evolucionando la historia para saber por qué tienen esos poderes y envueltos en unas cosas del pasado que ni le van ni le vienen, pero que tendrán que ir descubriendo y, bueno, no te puedo decir más. Unos poderes que les aparecen de golpe y porrazo y una historia en la que quiero tocar como si el mundo real, pero con poderes. En plan política, religión, paranormal, extraterrestres. Un poco de todo. Como un mix muy loco y darle sentido. Darle sentido. Por ahí van los tiros. Verás ahí referencias. Cuando veas cositas de cada uno, ya verás. El Kiwi es el Ussopp. Tienes al hermano que es como un Luffy, por decir. El típico prota genérico con sus cosas y cada uno tiene sus cosas. Sanji tiene miedo a los insectos, ¿sabes? Lo que quiero es que cada uno tiene unas cualidades que cuando tú lo veas digas: “¡ostia!” A Danko, que es el prota, le flipa el kebab con patatas dentro. Quiero que cuando tú veas a Danko digas: “¡ostia!, vaya kebab se está haciendo”. Kiwi que todo el rato le dicen que es un cabeza-huevo, que todos le pasen cosas con el huevo. Cosas así. Que sean muy característicos y que tenga mucho humor. Creo que eso me viene de Zatch Bell! y Bobobo. Son esas cosas de que eran tan randoms, pero lo recuerdas. A Zatch le hacían un muñeco que era una caja de Mikados con dos palillos. Son esas gilipolleces que a mí me encantan. A mí me encantan y yo quiero hacer algo similar. Porque a mí me gustó. Y yo supongo que si a mí me gusta, al público al que yo quiero llegar quiero que le guste lo mismo que me gustaba a mí. Es como un mix. Un refrito. Al final, yo creo que todos los dibujantes hacemos una historia de dibujo que es una refrito de todas aquellas referencias que hemos ido leyendo. Así que si te gusta el shōnen, risas y unos personajes que sean muy característicos, yo creo que mi manga te puede gustar.


¡Muchas gracias, Pau!

A ti, hombre.