La galardonada serie etiquetada como seinen inició su publicación en la revista Monthly Afternoon de Kodansha en junio de 2020, y Distrito Manga realiza una clara declaración de intenciones con una publicación de calidad en un formato idéntico al japonés, un tankoubon (rústica con sobrecubierta) de 132mm x 179mm, en cuyo interior encontramos 192 páginas en blanco y negro maquetadas y traducidas por Jesús Espí de Daruma.
Prácticamente la totalidad de la obra de Shun Umezawa ha sido publicada en España a estas alturas a manos de ECC Ediciones, bajo cuyas ediciones ya hemos podido disfrutar de Utopías o Bajo un cielo como unos pantis, obras que ya cuestionaban la moralidad de formas muy diferentes y cuyo trasfondo nos lleva hasta su obra más reciente, El Incidente Darwin.
El Incidente Darwin
En el tomo anterior se nos trasladaba a Estados Unidos, cuando un grupo animalista llamado Alianza de Liberación Animal asalta un laboratorio de investigación biológica en el que se encuentran con el nacimiento del primer humancé, un híbrido de humano y chimpancé.
Quince años más tarde y tras haber pasado toda su vida junto a sus padres adoptivos, estos deciden que ha llegado el momento de que Charlie vaya al instituto como cualquier chico de su edad y comience a relacionarse con más seres humanos aparte de ellos mismos... y allí conoce a Lucy, una muchacha estudiosa y con pocos amigos en la que no tarda en encontrar a su primera amiga.
Los sucesos del tomo anterior terminaban con Charlie preso al ser relacionado con los terroristas, una situación bastante ambigua ya que Charlie no tiene derechos de ningún tipo y ante la ley es solo una prueba criminal... una cosa que se encuentra en un limbo legal.
Todo esto en compañía de un dibujo precioso y repleto de detalles, un trazo fino que tan pronto retrata unos rasgos realistas como la peculiaridad suavidad de la expresión de Charlie, creando un ambiente que alterna entre el thriller y la acción más explosiva.
Sin duda este es un manga que recomendamos leer a todo el mundo, una obra que define los inicios de Distrito Manga como uno de los sellos a tener en cuenta en el panorama otaku nacional.