Volvemos a pisar las pantanosas tierras del instituto con el cuarto número del Yaoi más salido que hemos sido capaces de encontrar, el mítico manga que nos presenta Panini, titulado Yarichin Bitch Club, una obra de Ogeretsu Tanaka que por ahora cuenta únicamente con 5 tomos en el mercado, estando abierta y en publicación.
Nuevamente, nos encontramos ante un tomo en formato Tankobon y diseño en rústica con sobrecubiertas extraíbles que miden 13 x 18 cm. En su interior encontraremos 176 páginas, de las cuales las dos primeras son a color. El precio de cada uno de los tomos es de 8.95€ y están disponibles en librerías especializadas, tiendas de cómics y a través de la web de la editorial.
Yarichin Bitch Club Vol.4 
Ahora que las cosas parecen más tranquilas en el instituto, Kashima confiesa sus sentimientos hacia Tino, que no sabe qué respuesta darle. A él nunca le han gustado los chicos y tampoco es que se sienta atraído sexualmente por Kashima, pero la verdad es que es tan buen chico y se llevan tan bien, que es para pensárselo, mejor él que cualquier otro salido que haya por el instituto suelto, ¿no?
Por si fuera poco, Yaguchi también ha empezado a fijarse en él, creando un extraño triángulo amoroso en el que el mismo Tono no sabe muy bien en que lugar queda, si dentro o fuera de este.
Mientras tanto, uno de los veteranos con más experiencia amorosa a sus espaldas, no puede evitar recordar la relación que le marcó y como eso le está trayendo más problemas que alegrías en el instituto, ya que aunque su adolescencia fuera un chico recluido en el armario, su libertinaje y los profesores no demasiado respetables parece que quieren amargarle el día.
Menos mal que tanto ellos como nosotros tenemos el verano justo encima y pueden ir a disfrutar de sus vacaciones veraniegas en una salida del club a unas aguas termales, aunque un montón de hombres salidos, en pelotas y rodeados de agua caliente, quizás no es lo que le hace más gracia a Tono ahora mismo.
Nos encontramos ante un volumen bastante más serio que los anteriores, ya que en esta ocasión tratamos temas como el hecho de salir del armario para un chico cuya adolescencia ha sido marcada por un trauma. Así como el hecho de que los adultos con posesión de información confidencial, jueguen con ventaja y se aprovechen de sus alumnos. Desde luego cosas nada respetables, pero que se llevan de una forma muy curiosa y desde luego desaconsejable.
Por otro lado, parece que el romance empieza a aflorar realmente en esta historia, dejando el folleteo de lado, que lo hay, pero en bastante menos medida, para ponernos como plato fuerte el amor y la atracción entre los personajes juniors de la serie. Aunque el pobre heterosexual está más perdido que nunca ante semejantes revelaciones.
No sabemos si los siguientes números seguirán profundizando en este triángulo amoroso, o si la cosa será milagro de una noche de verano, pero ya tenemos ganas de ver como lleva Tono esta situación y como su autor consigue que sea algo natural el que de golpe empiece a sentirse atraído por los hombres, o no.
Como siempre, el apartado artístico es sublime y nos encanta ver este dibujo tan bien realizado en todas sus facetas, aunque es verdad que echamos en falta la aparición de algún miembro más del club, el repertorio de chicos está muy bien distribuido y el sexo es en su justa medida. Perfecto para poder leerlo en el transporte público sin terror de encontrar escenas demasiado explícitas, a no ser que no te importe tener abierto el tomo igual que las piernas de los personajes.
El problema está en que solo hay un tomo más en el mercado japonés, por lo que no sabemos si llegará a ser editado por Panini o si nos quedaremos con este como último ejemplar. Solo queda esperar y cruzar los dedos y las piernas, a ver si cae un regalito del cielo en forma del tomo 5 de Yarichin Bitch Club.