Hoy llegamos con el primer número de una historia muy divertida que nos ha sorprendido por su frescura y originalidad; estamos hablando de ¡Florece, florece! (Sakeyo hanasake!), obra de Molico Ross que se encuentra en publicación en nuestro país gracias a la editorial Kitsune Manga.
El primer tomo de esta serie de romance y slice of life ha sido editado en rústica con sobrecubiertas y tapa blandas que miden 13 x 18 cm. En su interior encontraremos 160 páginas de diversión, confusiones y mucho mucho arte, de la mano de un protagonista un tanto peculiar. El primer tomo de esta serie de dos números ya se encuentra a la venta en librerías, tiendas de cómics y a través de la web de la editorial por 8.50€
¡Florece, florece! 
Ichita Tobishima, de dieciocho años, es un joven que, tras graduarse en el instituto, se matricula en la prestigiosa academia Bidai de manga. Ichita disfrutará de su nueva vida universitaria junto a otros jóvenes estudiantes que sueñan con ser mangakas profesionales y trabajar dibujando sus mangas preferidos.
Sin embargo los gustos de Ichita se escapan de lo habitual entre los jóvenes de su edad y bastante más si se trata de un chico, y es que lo que a él le gusta es el BL, historias de amor entre hombres; lo que le convierte en un Fundashi, apasionado del género que cada vez que ve a dos chicos cerca con actitud amistosa, se imagina escenas de romance.
A parte de esconder esta fascinación por el BL, nuestro protagonista tendrá que caminar por un duro sendero sus primeros días, y es que no es el único con una afición poco habitual para su género. Una de sus compañeras de clase es fan del Yuri, es decir, historias de amor entre chicas, y además de las más apasionadas y eróticas, convirtiéndola en una Taeko, nombre que reciben las fans de este género.
Por casualidades de la vida y del manga, ambos acabarán coincidiendo, comenzando una relación amistosa y afrontando su timidez y sus gustos de una forma realmente divertida.
Con una premisa sencilla y entrando en el terreno del aficionado del manga al que le gusta dibujar manga; Molico nos ofrece una obra sencilla que seguro será del gusto de muchos, ya que en parte se lee como autobiográfica. Llena de comedia recurrente y mucho buen rollo, es un gran ejemplo a seguir para aquellos que quieran ampliar el horizonte de sus amistades dentro del mundo otaku.
Obviamente, esto también quiere decir que la autora recurre a secuencias bastante manidas, como las de tropezar y caer encima de otra persona, o las imaginaciones lujuriosas de compañeros de clase. Nada que no hayamos visto con anterioridad pero que nos sacará una sonrisa a los lectores más veteranos.
En cuanto al arte, la verdad es que es un poco confuso en varias secuencias. No sabemos si el protagonista es guapo hasta que las chicas lo mencionan, porque sus rasgos cambian de forma demasiado habitual; una pena porque la trama sencilla es muy efectiva, pero el dibujo puede echar algo hacia atrás. Eso sí, sus escenas lésbicas son absolutamente preciosas; se nota que ese tipo de dibujo tiene un componente especial que le hace hincar los codos el doble.
Para acabar, Florece florece no nos ofrece nada nuevo, pero es perfecto para esas lecturas ligeras, con cierto punto socarrón y mucho chisme, que de vez en cuando nos apetece tener a mano. Se aprende mucha terminología sobre el Yaoi y el Yuri y la historia es divertida a la vez que romántica. Una buena forma de pasar el rato y sacarnos una sonrisa.