Después del caluroso verano llegamos nuevamente con un nuevo tomo de una de las series más clásicas que tenemos en parrilla, No me lo digas con flores, obra de Yoko Kamio que ya se planta en su número 14 de 20 en la preciosa edición Kanzenban que está editando Planeta Cómic.
Como sucede con todos los números de esta serie tan dramática y divertida, cuenta con un formato en rústica con sobrecubierta y un tamaño de 15x21 cm. En su interior encontraremos 360 páginas siendo las primeras de ellas a color y presentando básicamente las portadillas mostradas en la publicación original japonesa del manga, además de algunas interiores que encontramos alternadas.
Después de pasarse un largo rato con el agua hasta las rodillas buscando un valioso recuerdo de su amor, Tsukushi se despierta, dos días después, en casa de su salvador, el chico extraño y sorprendente que tanto se parece Tsukasa. Y no es de extrañar porque es nada más y nada menos que su Primo.
El ha sido quien la ha estado cuidado todo este tiempo y quien ahora la está cortejando de una forma muy eficaz, porque la verdad es que la entiende muchisimo mas que cualquier otro chico de su edad. A su lado se siente tranquila, no tiene que dar explicaciones y sabe que puede ser una buena pareja si se lo propone,
Pero cuál es el secreto detrás de este misterioso primo que se parece tanto a Tsukasa, y cuál podría ser la razón de su intenso odio hacia Tsukasa? ¿Por qué Tsukasa no sabía nada de él? Todas estas dudas se resolverán rápidamente cuando Tama, la ama de llaves de la familia adinerada, les presente al verdadero primo.
Así pues, entonces quién es este atractivo y enigmático chico y porque sigue insistiendo en que Tsukishi tiene que quedarse a su lado para hacerla feliz?
La historia de amor entre estos personajes avanza y retrocede cada vez, aunque en esta ocasión algo o mas bien alguien, ha conseguido convencer finalmente a la protagonista para empezar a decidir sobre su vida amorosa, sin preocuparse tanto por los demás. Y es que aunque nos encanta el caracter fuerte de Tsukushi, teniamos ganas de ver como se adueñaba de sus sentimientos de una vez por todas.
Personalmente, el personaje del "primo de Tsukasa" me ha gustado mucho y me parece uno de los mejores creados, capaz de entender a la protagonista siendo egoísta, pero también consciente de su egoísmo. Muy interesante. Una pena que seguramente no lo volveremos a ver.
En cuanto al apartado artístico, en esta ocasión no tenemos viajes de improvisto, playas costeras ni nada extravagante. Volvemos a las clases en el instituto y al trabajo en la tienda de dulces, por lo que los escenarios los conocemos de memoria. Poco que poder decir al respecto, porque se mantiene como en los anteriores volúmenes.
En conclusión, un tomo menos para la cuenta atrás hacia el final de la serie. Ya solamente quedan 6 para acabarla y ver con nuestros propios ojos el desenlace de este romanze.