Reseña de Don Vega de Pierre Alary

Don Vega (Pierre Alary, Nuevo Nueve, Madrid, 2021) narra la ambición de un hombre para gobernar a base de dinero y fuerza un territorio independiente. Algunas personas que trabajan forzosamente para él intentan resucitar la figura de El Zorro para acabar con el opresor. Esta novela gráfica está ambientada en la California de 1849. En dicha época esta región americana aún no se había anexado a Estados Unidos. Era una tierra libre. Gómez, un antiguo suboficial que combatió en la guerra de México, toma las riendas de la tierra. Ocupa la hacienda de la familia Vega, se apropia de las minas de oro y va despropiando a los propietarios de los demás terrenos para después vendérselos a los europeos que anhelan asentarse en el Nuevo Mundo. El pueblo espera que su salvador de antifaz negro vuelva para restablecer la libertad robada.


Don Vega, originario de California, está estudiando en una academia militar de Madrid. Durante su estancia, recibe una carta fatídica. Sus padres, propietarios de una gran hacienda, han fallecido. Al regresar a su hogar, lo encuentra cambiado. Bajo el dominio de Gómez, el pueblo está siendo obligado a trabajar para él en las minas o formar parte de su guardia personal liderada por Borrow, un ex militar. La miseria, la muerte, el abuso de poder y la crueldad se han asentado en la localidad. Sin embargo, el pueblo no olvida a su héroe. El Zorro. Algunos hombres se colocan una capucha negra personificando al guerrero legendario e intentando impartir justicia. En cuanto se enfrentan a los hombres de Borrow, el guardaespaldas de Gómez, son asesinados públicamente. Así gobierna Gómez. La gente precisa de un paladín que restaure el orden. Don Vega es consciente de esa necesidad. Como se deduce por la portada de esta novela gráfica, él es el jinete enmascarado que cabalga contra la injustica. Él toma el relevo del espadachín del antifaz negro.


La leyenda de El Zorro se respira en todo momento en la obra. Los aldeanos, en su mayoría mexicanos, no pierden la esperanza de que el justiciero vuelva. Para mantener vivo el recuerdo del personaje, algunos no solo intentan seguir sus pasos. Al mismo tiempo, llenan de dibujos que representan la cabeza encapuchada del héroe dentro del pueblo y de las minas. Esta pintura se realiza con las dos manos impregnadas de una sustancia negra. Después, se elabora una equis con dos huecos que reflejan los ojos. La aparición de estas pintadas transmite el anhelo del regreso del personaje. Simboliza la resistencia ante la opresión. Gómez y sus hombres ejecutan a todo aquel que intente resucitar este mito local. Sin esperanza, las personas son más maleables.

Respecto al estilo de dibujo que se aprecia en la novela gráfica, resalta un rasgo distintivo que enfatiza la intensidad relatada en las viñetas. Alary opta por colorear con tonos cálidos o fríos un grupo de viñetas según la situación que se narra. La trama que ocurre a las afueras del municipio se torna en tonos azulados. Por su parte, en las viñetas en que se representan lugares iluminados se elige una gama de naranjas. Al recalcar uno de estos dos colores se enfatiza la historia contada en ese momento, lo cual visualmente resulta atrayente. Sobre la organización de la obra en sí misma, esta arranca con un pequeño escrito que nos ofrece información histórica sobre la situación sociopolítica en la que se enmarca la narración. Posteriormente, se presentan unas páginas de apertura que sirven para presentar la premisa del cómic. Tras esta breve introducción, se incorpora una página con el título del texto y la historieta.


Don Vega
nos transporta hacia las injusticias del Salvaje Oeste donde el yugo de los poderosos ahoga al pueblo. A través del legado de El Zorro se enciende la chispa de la rebelión ante los hombres que anhelan poder a base de violencia. Esta novela gráfica, a su vez, respira esperanza, ya que la gente mantiene viva la lucha por su libertad a través del caballero del antifaz oscuro.