Volvemos a la Grecia antigua acompañando a Pythie en un nuevo tomo de su serie creada por Elsa Brants y que recibe el divertido título de Sálvame Pythie, llegando ya la cuarto tomo editado por Letrablanka dentro de su línea Colección Kanji.
Este nuevo volumen ha sido editado con un bonito formato en rústica con sobrecubiertas blandas y extraíbles que tiene un tamaño de 11.5 x 18 cm, en cuyo interior podemos encontrar 192 páginas en blanco y negro de las aventuras de Pythie y sus compañeros de viaje. El precio de este cuarto volumen es de 7.95€ y está disponible en tiendas de cómics, librerías especializadas y en la web de la editorial.
Sálvame Pythie Vol.4 
Pythie es maldecida por Apolo siendo capaz de predecir el futuro, pero en sus visiones sólo es capaz de predecir catástrofes y nadie la creerá por mucho que intente advertirles sobre ellas. Nadie la creerá excepto Janto, hijo ya no tan secreto, de Zeus, que va de catástrofe en catástrofe buscando la gloria de los héroes.
Lo que nadie esperaba es que tras la declaración pública de su paternidad por parte de Zeus, y el gran gafe que le cae por parte de su madrastra Hera, el tonto acabará rompiendo la vasija de las ofrendas privando a los dioses de sus poderes y ganándose un montón de nuevos y muy variados enemigos.
Ahora, impotentes, los dioses tratan de sobrevivir entre los humanos lo mejor que pueden... Algunos con más éxitos que otros, porque desde luego a Apolo y Dionisio la cosa no les va muy bien, pero a otros como Ares o incluso a Poseidón, la vida no les trata mal del todo.
Pero aunque se acostumbren a esta difícil situación, ellos y Pythie saben que no puede terminar la cosa así, por lo que buscarán una forma de recuperar la divinidad de nuevo. Lamentablemente parece que Janto la lió de más la última vez y ahora además de eso, también tendrçán que proteger el mundo de grandes amenazas.
Volvemos a pisar las complicadas y resbaladizas tierras de Delfos en las que Pythie vive muy a su pesar, acompañada de un intento de héroe, una vieja mentirosa y un dios pollo. Nada que no conociéramos hasta ahora, pero al que además se han añadido una serie de personajes la mar de divertidos y con mucho rollito, siendo mayormente dioses que se han dado de bruces con su nueva humanidad.
La verdad es que con este pequeño giro de tuerca la historia consigue engancharnos nuevamente, aportando algo nuevo y curioso a una trama que podría verse repetitiva si siempre se dedicara a seguir las desgracias de Janto y Pythie. Demos gracias a los dioses que no sea así y que nos pueda ofrecer un nuevo tomo de locuras y diversión.
En cuanto al apartado artístico Elsa se luce nuevamente con diseños alocados y escenas con las que nos guiña el ojo: Si, ese repartidor es Kratos y la liga de los ladrones está llena de personajes sospechosos, pero esto es algo habitual en sus tomos y parte de la gracia de la lectura es encontrar los parecidos más significativos.
Y mientras buscamos los easter eggs del cómics, disfrutamos de su historia, sus caretos de risa y sus escenas de acción alocadas, ya involucren a titanes, dioses o sacerdotisas, todos igual de peligrosos para Pythie y Janto. Todo lo que hace de este cuarto tomo un digno sucesor de los anteriores y nos deja con ganas de seguir en su lectura.