Este verano Norma Editorial lanzaba el tomo 40 de uno de los shonen más potentes de su catálogo: SEVEN DEADLY SINS (Nanatsu no Taizai 七つの大罪) obra original de Suzuki Nakaba (鈴木央).
Este manga de fantasía heróica, aventuras y humor empezó a serializarse en la revista japonesa Weekly Shōnen Magazine en octubre de 2012, terminando con un total de 41 tomos y por lo tanto estando a punto de llegar a su final en nuestro país.
El tomo llega gracias a Norma Editorial en una edición idéntica a la japonesa de 192 páginas, con la clásica sobrecubierta con solapas de 11,5 x 17,5 cm.
Tras ser poseído por el Rey Demonio, el cuerpo de Zeldris es ahora utilizado por el señor del mal para hacer frente a los Seven Deadly Sins, quienes tras haber superado una batalla tras otra finalmente se han reunido en el apogeo de sus poderes para terminar con esto de una vez por todas.
Imparables tras unir sus poderes como uno solo y lanzándose de cabeza contra su enemigo para terminar de una vez por todas con esta guerra, la lucha continúa mientras en el interior del cuerpo de Zeldris su alma debe hacer frente al malévolo de su padre... resultando en una lucha final que se desarrolla paralelamente en dos dimensiones diferentes.
Esta batalla encuentra su final en los primeros capítulos de este volumen, a lo largo de unas viñetas impresionantes en las que vemos a los Seven Deadly Sins darlo todo en su asalto final.
Tras este emocionante enfrentamiento, el resto del volumen se ocupa de mostrarnos un cierre que en realidad no es tal, ya que una vez más, los problemas de los Seven Dealdy sins no han terminado, ya que uno de ellos posee unos planes que van más allá de lo que ha sucedido hasta ahora...
Suzuki Nakaba continúa presentando cada vez batallas más extremas en las que, ahora sí, los Seven Deadly Sins colaboran en su totalidad, desplegando toda una variedad de habilidades que los hacen más fuertes que nunca... aunque claro, sus enemigos también son cada vez más difíciles.
Todo esto en compañía de su precioso dibujos, que cada vez es capaz de captar con mayor acierto los sentimientos y personalidades de sus personajes, además de presentar una amplia soltura en representar las escenas de trepidantes batallas.
¡Se acerca el final!