Tras varios meses disfrutando del romance Yuri de Still Sick, obra de Akashi, finalmente nos despedimos de este manga de tres tomos que ha publicado Ediciones Babylon y del que hoy os traemos nuestra opinión final.
Como sucedía en los anteriores volúmenes, nos encontramos con un tomo en rústica con sobrecubiertas extraíbles que mide 12,8 x 18,2cm, en cuyo interior encontraremos 260 páginas en blanco y negro del romance protagonizado por la mangaka y la oficinista. El precio del tomo es 9,95€ y está disponible desde mediados de Junio en librerías, tiendas de cómic y a través de la web de la editorial.
La relación entre Akane y Maekawa se acerca y se aleja con cada nuevo movimiento de las chicas, en el viaje al osen parece que la tensión sexual se podría solucionar al declarar abiertamente su sexualidad y atracción mutua, pero no resulta el momento ni el lugar apropiado para ello, por lo que solamente genera más dudas y miedos.
Poco después Akane volverá a dibujar seriamente, retomando el contacto con su editorial y empezando a crear nuevos capítulos de su serie. Sin embargo, contará con un nuevo editor cuyos métodos la llevarán a conocer a otras artistas rivales y a generar todavía más dudas. ¿De verdad será lo suficientemente buena, su obra volverá a gustar? No lo sabe, pero lo intentará.
Y mientras ella sigue enfrascada en su obra, Maekawa empezará a recelar hasta de su sombra. ¿Es posible que Akane ya no esté interesada en ella? ¿Todas esas ausencias, el llegar tarde a casa, quieren decir que está saliendo con otra persona?
Los miedos y las dudas atenazarán a las dos protagonistas, pero de una forma o otra, conseguirán salir adelante y buscar el camino a seguir juntas de ahora en adelante.
Lo que más nos ha llamado la atención de este tercer y último volumen ha sido la cantidad de páginas que incluye ya que el resto de los ejemplares no llegaban a ser tan gordos, sin embargo, en esta ocasión se ha querido enfatizar la evolución de la relación entre los personajes, por lo que tiene varios capítulos que van más allá de cuando empiezan a salir en serio.
A causa de esto, al estar más centrado en la relación amorosa de los personajes que en su amistad, el manga pierde parte de su elemento cómico que queda relegado a segundo plano.
Finalmente, en el apartado artístico encontramos el mismo estilo de dibujo que en los anteriores volúmenes, con líneas nítidas, pocas tramas, mucho espacio, consiguiendo que la lectura sea rápida y ágil. Curiosamente a lo largo del final del manga se empieza a encontrar más actividad sexual entre los personajes, algo que hasta ahora no se había mostrado anteriormente y que, aunque nos ha parecido un buen añadido, es importante y necesario para tener en cuenta.
En conclusión, nos ha parecido un buen final y un perfecto cierre para esta obra tan dulce y sencilla que tan buenos ratos nos ha hecho pasar.