Seguimos un día más con otra adorable review de la serie manga Siempre habrá otra oportunidad, obra de Rika Enoki que ya va por su cuarto tomo, publicado en nuestro país gracias a Ediciones Babylon.
Como sucedía en los anteriores volúmenes, nos encontramos ante un tomo editado en rústica con sobrecubiertas extraíbles protagonizada por los dos personajes principales en una tierna estampa. El tamaño del tomo es de 128x182mm y en su interior podremos encontrar 164 páginas en blanco y negro siendo las primeras de ellas a color. Para quienes quieran este nuevo tomo de la serie, lo tienen a la venta en librerías, tiendas de cómics y a través de la web de la editorial.
Siempre habrá otra oportunidad Vol.4 
Por fin hemos pasado a la etapa de amor correspondido..., o eso se suponía. Porque ahora Oda no quiere besar a Yae, que empieza a sentirse algo rara con la situación. La chica para arreglarlo le intentará seducir poniéndose ropa sexy para estar por casa, pero el resultado será poco natural y muy intencionado, por lo que Oda, viendo por donde van los tiros decidirá chincharla hasta que les interrumpan abruptamente los padres de Yae!
Por suerte para los dos saldrán airosos de la complicada situación y de los futuros encontronazos con los padres de esta, aunque a cambio de los sustos que se puedan haber llevado decidirán pasar un fin de semana en Tokio juntos, o al menos una de las noches. Pero para poder llegar a esa ansiada meta primero tendrá que tener lugar el festival cultural en el que Yae lo dará todo como responsable del vestuario.
Y es que aunque esta tarea parece muy simplona, la chica decidirá esforzarse lo máximo y demostrar que ella también puede ser una adulta, aunque se derrita con los besos de Oda al arrinconarla en el cuarto de las escobas del colegio.
Sin embargo su gran obstáculo a superar será cuando lleguen a Tokyo y Oda se enfrente nuevamente a Leo, que dejará clara su posición; el es mejor pareja para Yae que Oda, no solamente por su edad si no también porque la quiere y se preocupa por ella, aunque quizás ese tipo de amor sea demasiado posesivo.
Por otro lado me ha gustado mucho ver como la madurez de Oda está presente no solamente en su relación Yae, si no también cuando se le ponen delante preguntas complicadas o más bien malintencionadas. En este caso su conversación con Leo deja claro que él ya ha vivido situaciones similares, aunque no sabemos exactamente cuales, por lo que se encuentra en la posición de poder dar consejos aunque le sienten como una patada en el estómago.
Como pequeño extra, me ha gustado que Sano, compañero de Yae en las clases y en el trabajo, se haya acercado a ella para ayudarla. No sabemos si es realmente un interés amoroso o simplemente un buen amigo acudiendo a su lado cuando lo necesita, pero es una muy buena aportación porque hasta ahora Yae no había tenido este tipo de relaciones con otros chicos excepto Leo, y eso no cuenta al tener sentimientos encontrados.
Y en esta ocasión como elemento extra encontramos nuevos vestuarios muy bonitos e interesantes, que se salen de la tónica habitual del cómic. Demos gracias a los siempre presentes festivales escolares en los mangas, para aprovechar este tipo de situaciones; siendo en este caso la ocasión perfecta para un traje tradicional con delantal incluido! Tanto Yae como los miembros de su clase están monísimos
En conclusión, un tomo más maduro que los anteriores, que se acerca más a los sentimientos reales de los personajes y que busca explorar la faceta más adulta de ambos. Muy necesario para ver cómo avanza su relación y lleno de escenas tiernas, sexys y divertidas que seguro nos sacarán una sonrisa. La continuación que esperábamos de esta bonita serie.