Review del manga Diario de nuestra vida entre gatos en Kamakura de Keiko Yoshikawa - Odaiba Ediciones
Los gatos son un tipo de animal que está en casi todos los países, y aunque en algunos les hagan monumentos, solo en Japón he encontrado tantas historias con gatos como eje central. Hoy precisamente traemos a reseñar una de esas historias con gatetes, titulada Diario de nuestra vida entre gatos en Kamakura, siendo una obra de Keiko Yoshikawa.
La editorial que nos presenta el primer volumen de esta serie es Odaiba, y lo lanza con un sencillo tomo en rústica con tapas blandas y sobrecubierta extraíble que recopila en su interior 194 páginas en blanco y negro. Está disponible en librerías, tiendas de cómics y a través de la tienda online de Japan Weekend por 7,50€
Ryo y Mihoko son una pareja de recién casados que ha decidido mudarse a Kamakura, heredando la casa de unos familiares y convirtiéndola en su nuevo hogar. Sin embargo no se mudarán solos, ya que su familia consta de cinco miembros más, cinco gatos con personalidades muy distintas que como ellos, de la noche a la mañana, se encuentra en un sitio totalmente nuevo.
Juntos tendrán que afronta muchas y nuevas situaciones, ya que por ejemplo ahora Mihoko está desempleada y ha pasado a convertirse en ama de casa, aunque no se le termine de dar muy bien el no saber qué hacer con tanto tiempo. Mientras que Ryo ha empezado a trabajar en una oficina nueva y eso implica nuevos compañeros.
Desde luego esta pequeña gran familia tendrá que aprender a convivir y a superar sus pequeños problemas, muchos de ellos relacionados con sus pequeños compañeros de piso, como que uno de los gatos se escape y tengan un terreno tan grande que no sepan dónde buscarlos. O que estos se sientan cómodos en su nuevo hogar, el cual tendrán que ir organizando día a día conforme se organicen las cosas.
Una divertida y tierna historia que nos narra el día a día de esta pareja, que vive situaciones tan comunes y cotidianas que nos sacarán una sonrisa. La simpleza de la vida rural, ahora con gatos y en Japón.
Alejándose del sentimentalismo de otras obras, y manteniendo el espíritu habitual de Slice of Life, esta obra nos muestra un día a día muy cotidiano de una pareja, eso sí, un poco extraña. Curiosamente no parecen acostumbrados a la convivencia juntos o al menos a mostrarse cariño o muestras de afecto, ni en público ni en privado. Pero si que conocen las manías del otro y sus rutinas. Lo dicho, un poco extraño.
Esto claro está queda dejado de lado rápidamente cuando salen a coalición los 5 gatos de esta familia. Si, 5 gatos, algo que en España puede parecer muy sorprendente pero que parece ser en Japón no es tan raro, aunque con el terreno de la casa en la que viven no me extraña para nada.
Curiosamente los gatos también tienen voz en el manga, y aunque no hablen con sus dueños si que lo hacen con el lector, dándole un toque cómico al manga que hace que destaque y sobresalga de entre la media de este tipo de historias.
Gracias a esta combinación tan sencilla pero efectiva, la autora nos logra ofrecer una historia que gusta por su sencillez y es capaz de proporcionar calma durante su lectura, como si uno de esos cinco gatos se pusiera a ronronear a tu lado. Ahora bien, si no eres amante de los felinos o del slice of life, esta obra puede ser demasiado para ti al tener muy claros sus personajes y los límites de la narrativa.
En cuanto al apartado artístico nos encontramos con un dibujo sencillo, de líneas muy redondeadas y cierto aire infantil que ayuda con la ambientación de Slice of Life para toda la familia. La verdad es que no me gusta especialmente su dibujo, pero se tiene que admitir que funciona perfectamente para este tipo de historias, ya que ni eclipsa a la trama ni queda en el olvido.
El punto fuerte lo encontramos en los paisajes y fondos, que la verdad resultan muy bonitos y detallados. Ya sea en campo abierto, en medio de la naturaleza, en el centro del pueblo de Kamakura o en la misma casa, todos esos fondos se notan cuidados al detalle y nos encanta ver el mismo puesto en cada una de las viñetas, las cuales siempre tienen algo que descubrir.
En conclusión, este manga no sobresale de entre la media, tiene una historia muy sencilla y un dibujo correcto pero no llamativo. Sin embargo todas estas cualidades lo hacen perfecto para quienes busquen una lectura tranquila y sin complicaciones, acompañados de cinco gatos tan divertidos como asustadizos.
No sabemos si el resto de tomos de los que está compuesta esta serie serán igual, pero desde luego el primero cumple con las expectativas y nos ha logrado sacar una sonrisa con sus ocurrencias gatunas.