Allá por 1995 Marvel Comics pasó por una mala época que se convirtió en una enorme crisis, terminando con un buen número de colecciones en el proceso.
Tras algunos intentos de recuperarse, finalmente se lanzaba a inicios del siglo XXI el sello Marvel Knights, salvando de la quiebra a la Casa de las Ideas y de paso a muchos personajes para los que ya parecía no quedar esperanza. Así es como nació el cómic de cabecera que tenemos hoy entre manos, en el cual los 4 Fantásticos se nos presentaban en su historia más madura hasta la fecha, claramente destinada a un público mucho más adulto de lo habitual.
El equipo creativo formado por Roberto Aguirre-Sacasa y Steve McNiven fueron los autores a cargo de esta serie en 2004 bajo el título Marvel Knights: 4 que ahora vemos recopilados de forma integra bajo el sello Marvel Must-Have, ofrecidos por Panini Comics en un cartoné de 17x26 cm que lleva por nombre Los 4 Fantásticos: El lobo a las puertas.
Los 4 Fantásticos: El lobo a las puertas
El trabajo de Steve McNiven en Marvel es simplemente impresionante. Desde Civil War su carrera me ha entusiasmado y el tomo que tenemos entre manos comprende su etapa a cargo de los 4F... unas páginas que solo puedo etiquetar como sublimes.
Roberto Aguirre-Sacasa es quién se encuentra a bordo encargándose los guiones, y tengo que reconocer que es lo primero que he leído de él. Así como el hecho de que estoy impresionado con su trabajo.
Desde el principio, Aguirre-Sacasa presenta escenas cotidianas de los 4F que los retratan como una familia y no solo como un equipo de superhéroes, con sus preocupaciones, sus dinámicas complicadas, sus diferencias y sus inevitables discusiones.
Y de manera refrescante, el autor aporta el drama necesario para poner en peligro al equipo, pero para ello no recurre a coloridos supervillanos o amenazas cósmicas.
El tomo captura los personajes a la perfección con sus defectos, como el hecho que Reed priorice la ciencia por sobre su vida familiar. Con todo estas nuevas preocupaciones dan un giro completo a los personajes, volviendo a instaurar sus bases y profundizando en ellos a lo largo de toda la historia.
El arte de Steve McNiven evoluciona claramente a lo largo de esta obra, con una comprensión cada vez más sólida de sus modelos de personajes y un nivel de detalle cada vez más alto en su línea de trabajo. Las expresiones faciales de McNiven son particularmente atractivas y parecen realistas sin parecerse en lo más mínimo a una referencia fotográfica, logrando que nos sintamos cómodos en todo momento con los personajes que conocemos de toda la vida.
Aunque no hay mucha acción de la que hablar, este Marvel Knights 4 cuenta un par de historias de superhéroes muy diferentes a lo habitual, pero que sin duda encandilará a un publico que ha madurado leyendo Marvel.