La editorial La Cúpula continuaba este marzo su magnífica labor con la obra del consagrado mangaka de terror Hideshi Hino, lanzando al mercado el volumen La enfermedad de Zoroku, un tomo maravilloso que los amantes del manga de terror deberían albergar en sus estanterías y que tras ver descatalogada su edición de 2007, regresa a su biblioteca.
Nos encontramos ante una fantástica recopilación de cuatro historias cortas de Hino-sensei en las que el mangaka deja navegar su imaginación, un total de 232 páginas en blanco y negro que nos vienen recopiladas en un rústica con solapas de 13x17,7 cm.
En las cuatro historias que se encuentra en el interior de este volumen, el maestro Hideshi Hino continua explorando el terror en la forma de relatos autoconclusivos que, siempre tomando la fórmula de fábulas, logran crear ese ambiente en el que su peculiar y siniestro dibujo, con un toque en ocasiones infantil, nos encandila y absorbe en una lectura cautivadora.
La primera historia, La enfermedad de Zoroku, nos traslada a una población remota de Japón dónde la superstición y el que dirán es el que dicta las normas y las leyes. El protagonista es Zoroku, un muchacho deforme y bastante poco espabilado que además de tener el estigma de "tonto del pueblo", contrae una enfermedad que le hace supurar pus de diversos colores.
La enfermedad es lo que termina de marcarle, provocando el rechazo de todos sus semejantes e incluso de su propio hermano, obligándole a un terrible exilio que terminará de arrebatarle la humanidad.
El Ratón Recién Nacido nos relata como un niño adopta unos ratones como mascotas y los lleva a su hogar, dónde él y su hermana son los encargados de cuidarlos. Tras escaparse, el ratón comenzará a crecer como un enorme mutante que instaurará un régimen de absoluto terror entre todos los familiares, que harán lo posible por recuperar sus vidas.
La última historia es El Demonio de las Mil Libras, y junto a la segunda la más triste de todas las aquí contenidas. En ella seguimos a unos niños huérfanos durante una época en la que las guerras asolan el país. Entre ellos encontramos a Anku, un muchacho enorme que los acompaña para asaltar los caminos y conseguir comida. Pero por desgracia, él come más que nadie debido a su enorme cuerpo... y eso será su perdición.
La última historia es El Demonio de las Mil Libras, y junto a la segunda la más triste de todas las aquí contenidas. En ella seguimos a unos niños huérfanos durante una época en la que las guerras asolan el país. Entre ellos encontramos a Anku, un muchacho enorme que los acompaña para asaltar los caminos y conseguir comida. Pero por desgracia, él come más que nadie debido a su enorme cuerpo... y eso será su perdición.
Sin duda estos cuatro relatos demuestran su enorme imaginación, capaz de maravillarnos con preciosos relatos que parecen mezclar las historias de terror de alrededor de una hoguera con las fábulas mitológicas del antiguo Japón.
Nacido en Manchuria en 1946, pronto se trasladó con su madre a Tokyo, donde el clima de posguerra que se respiraba en Japón marcó profundamente su niñez. Tras ver Seppuku, la película de Masaki Kobayashi, Hino decidió que quería ser director de cine, pero la fascinación que sus compañeros de clase sentían por sus dibujos le llevó a compaginar su carrera como cineasta con la de artista de cómic. Su primer trabajo, Tsumetai Ase (Sudor frío) vio la luz en 1967. Tras publicar en varias revistas y formar parte de diversos colectivos, en 1978 apareció su primera novela gráfica. Su inimitable estilo le ha colocado a la cabeza del manga de terror y ha influenciado a toda la siguiente generación de dibujantes.