Una de las novedades editoriales más esperadas del mes de marzo era el lanzamiento de una nueva serie dentro del catálogo de Ivrea, nada más y nada menos que Rent-a-Girlfriend o como es conocida en japón, Kanojo, Okarishimasu, una obra de Reiji Miyajima que gracias a su reciente anime se estaba esperando con muchas ganas.
Como era de esperar, la edición que nos presenta la editorial es un tomo en rústica con sobrecubiertas extraíbles y formato tankoubon de 12 x 17 cm que recopila en su interior 200 páginas en blanco y negro divididas en 5 capítulos. Para quienes quieran hacerse con tal esperado primer volúmen, lo tiene a la venta desde el pasado mes de marzo por 8€.
Rent-a-Girlfriend Vol.1
Kazuya Kinoshita es un veinteañero universitario y pésimo estudiante que vive en Tokyo. El es feliz con su novia, la primera que tiene, ¡a la que incluso ha llegado a besar! (¡Kyaaah, hentaiiii!) Pero cuando su chica lo deja de la noche a la mañana, le entra un gran bajón y encuentra su único consuelo en una app que te permite alquilar una novia.
Y así llega a su vida Chizuru Mizuhara, una morena increíblemente preciosa, tanto que parece demasiado buena para ser real. Aunque las sospechas de que: “aquí hay gato encerrado” llevan al chico a no querer seguir con el jueguecito, su abuela acaba ingresada justo a tiempo para salvar la trama. Así es como Kazuya empieza a ir a ver a su abuela con Chizuru y ella queda tan encantada con la preciosa novia de su nieto que se ve obligado a continuar con el trato.
Muy pronto ambos descubrirán que sus caminos están mucho más interconectados de lo que pensaban y que muy a pesar de la morena, acabará viendo a Kazauya no solamente cuando la alquile, si no en la universidad, en la calle... en demasiados sitios para su gusto.
Así será como al chico, al que se le va la fuerza por la boca, meterá en una serie de problemas bastante preocupantes a Chizuru, quien por compasión, por pena o porque cobra bastante bien haciendo este trabajo, aceptará ser su novia de alquiler muy, muy a menudo.
Obviamente y como era de esperarse el personaje principal no es precisamente un galán, ni mucho menos, pero a diferencia de en su versión animada, en el manga nos parece menos rastrero y aunque es pajillero de cuidado nos parece una actitud bastante habitual en la gente de su edad. Así pues solo podemos esperar que este personaje mejore su actitud, porque aunque no queramos ahogarlo en un cubo como en el anime, si que le daríamos un par de tortas.
Pero vamos a lo interesante, las chicas de esta serie. Para comenzar Chizuru y su doble rostro es perfecta la mires como la mires, ya sea por su aspecto físico, por lo tozuda y segura que es, o bien por la bondad innata que claramente siente pero que reprime para que no la tomen por tonta, nos encanta. Pero aquí el salseo llega cuando entra en escena la ex-novia del protagonista, Mami. Por ahora poco hemos visto de esta chica pero sabemos que va a ser la chispa que lleve a esta serie al siguiente nivel.
Esto claramente está hecho a posta para que las chicas de la historia nos parezcan el doble de atractivas, y la verdad es que funciona. Aunque claro además de este curioso efecto también encontramos una gran cantidad de expresiones humorísticas en el rostro del protagonista masculino que nos dan a pensar sobre el dibujo de esta autora, y no sabemos si definirlo como ideal o como alocado.
Otro detalle a favor de este manga es la cantidad de conjuntos diferentes que visten las chicas, siempre a la última, así como esos fondos tan bonitos y bien realizados, que nos permiten situar la historia de una forma muy eficaz. La verdad es que Kazuya es lo único malo, nada que nos sorprenda.
En conclusión, estamos ante una serie divertida con un protagonista despreciable, lo que la hace todavía más divertida. Nos encanta el personaje dulce pero seguro y fuerte que resulta ser Chizuru y como la abuela del protagonista, nos hemos enamorado de ella. Ahora solo queda esperar a que Mami venga y la líe en el próximo tomo. !Que ganas!