A finales del pasado mes de febrero la editorial Panini lanzó el octavo tomo de su manga Banana Fish, obra de Akimi Yoshida y clásico por excelencia dentro de su género que se encuentra cada vez más cerca de llegar a su final, con esta edición de tomos dobles que nos tiene encantados.
Como siempre el formato es en tomo Tankobon midiendo 15 x 21 cm y con un interior formado por 368 páginas, que en este caso recopila los números originales 15 y 16 de la versión japonesa. Para aquellos que quieran hacerse con este nuevo número, lo tienen a la venta desde el pasado 25 de febrero por 15,95 en librerías, tiendas de cómics y a través de la web de la editorial.
Tras la huida de Ash de las manos de Golzine y de ver como Blanca se alía con Yut-Lung lo único que puede hacer el joven lince es escapar corriendo y rezar para que sus aliados tengan tiempo de hacer lo mismo. Así mientras unos escapan por las cloacas Ash corre como alma que le lleva el diablo hasta llegar al museo de historia natural, guarida perfecta para una emboscada.
Lamentablemente para los hombres de Yut-Lung y por mucho que Blanca advierte de la situación, nadie le hace caso y muchos lo lamentan al ver como el chico acaba con la vida de todos aquellos que buscan su captura, aunque las tornas se volverán en su contra cuando encuentre que sus amigos han sido apresados, entre ellos Eiji.
Por suerte para él, sus habilidades afiladas le sacarán del apuro y meterán en uno al jefe de la mafia china, viendo como la captura del lince vuelve a ser cosa de Dino y el queda relegado a segundo plano. Pero claro está, Ash no se lo va a poner fácil a nadie y mucho menos a Papa Dino.
Así el nuevo asalto involucra a la guerrilla francesa, tropas militares que se venden al mejor postor y claro está tácticas de avanzadilla y mucha estrategia. Dino no dejará que Ash se le vuelva a escapar y el orgullo de los mercenarios estará en juego cuando un montón de adolescentes intenten jugársela. ¿Serán capaces de pensar y actuar más rápido que unos militares entrenados?
Y como no todo puede suceder a la vez, mientras están los militares en acción, Blanca queda como simple guardaespaldas de Yut-Lung. Por mucho que se empeña en dejar el puesto e intentar volverse a su paraíso tropical y es que no es de extrañar porque la masacre que se está liando en la ciudad es una buena y este señor se supone retirado. Pero claro, cuando las cosas involucran a Ash, el mundo se para.
Para aligerar un poco las cosas y que la carga sentimental del tomo no sea tan seria y pesada, encontramos también varias escenas cómicas que al estar protagonizadas por los macarras del grupo resultan distendidas y divertidas. Personalmente me encanta la naturalidad con la que se unen los bandos para enfrentar a un enemigo común, aunque me choca que nadie aproveche la situación para imponerse al resto.
Por ahora tendremos que esperar a ver si en el siguiente tomo logran superar este nuevo enemigo o si se quedan a las puertas, pero desde luego la cosa pinta mal porque no olvidemos que se trata de un montón de chavales contra unos adultos entrenados y formados dentro del ámbito militar.
Pasando al apartado artístico, encontramos grandes escenas de acción que nos encantan y que mantienen el dinamismo habitual de esta serie. Esto conlleva que el manga se sienta más corto y que suceden muchas cosas en un espacio limitado de tiempo, lo que agradece su lectura y visualmente es muy atractivo.
Claro está, la mayoría del volumen gira en torno a Ash y se conoce un poco más sobre su pasado, lo que le enseñaron y cuál es su actitud al respecto, pero esto también quiere decir que Eiji tiene muy poco protagonismo y que queda relegado a las escenas más cómicas o al menos a las más hogareñas. Me pregunto si en algún momento este personaje servirá para algo más que de soporte moral para Ash.
A parte de eso, me encanta ver como un montón de soldados entrenados intenta derribar a un puñado de adolescentes comandados por un chaval tan inteligente como es Ash; pero en parte se nota artificial ya que siendo sinceros, la cosa no puede durar mucho ni acabar demasiado bien. Pero tendremos que esperar para ver el desenlace.
En conclusión, una buena continuación llena de acción, tiros y malas caras, con un Ash que corre por salvar la vida y la de sus colegas sin apenas pararse a respirar. Un tomo trepidante y lleno de acción que nos hará recordar que no son todo sentimientos y compañerismo, si no también drogas y prostitución infantil. ¡Cada vez hay más ganas de ver como acaba esto!