En 2005 salió al mercado Marvel Zombies, una miniserie que gracias a su fama ganaría su propio universo paralelo al clásico de Marvel y en el cual, obviamente, sus héroes se unían a las filas de los no muertos para crear una trama de lo más divertida.
En 2019, DC Comics se lanzaba con una idea muy similar y al mismo tiempo muy diferente. Con DCSos (DCeased en USA) la editorial creaba su propia historia de zombies a lo largo de una miniserie de 6 números que a fecha de hoy ya es un esencial en toda estantería de lector de cómics.
Durante prácticamente toda su existencia, el Dios conocido como Darkseid ha sido uno de los pesos pesados a los que los héroes del universo DC han tenido que plantar cara, evitando una y otra vez que se hiciera con la Ecuación de la Antivida. Y así es como da inicio esta saga, con el villano cayendo una vez más derrotado ante Superman y los suyos.
Pero dentro de su derrota, había victoria. Darkseid escapa haciéndose en el proceso con el cuerpo de Cyborg y utiliza la parte de la ecuación que se escondía en él para completarla al fin, viéndose obligado a valerse del Corredor Negro para cumplir sus fines. Y este es su mayor error.
La influencia de Muerte corrompe la ecuación, convirtiéndola en en el interior de Cyborg en una suerte de virus tecnológico que, en cuando toma contacto con la red de la Tierra, se extiende por internet como una horrible plaga.
Antes de que Cyborg sea capaz de detener la propagación, el virus ya es imparable, y comienza a infectar a todo aquel que entra en contacto con una pantalla o que es mordido por un infectado.
Hay algo bastante perturbador y aterrador en ver a algunos personajes heroicos transformados en monstruos, y aunque aquí DC no ha inventado nada nuevo, si que le ha dado un giro mucho más terrorífico y vacuo de esperanza.
El problema con muchas historias de zombies es que, a pesar de su pretensión de ser impactantes, siempre hay un par de personajes que sabes que llegarán al final.
Tom Taylor decide evitar esto, provocando ya al principio de la historia que un personaje que cualquiera pensaría intocable sucumba rápidamente. Hay una sensación de que nadie está a salvo y que cualquier personaje podría ser una amenaza que le da otro encanto a la historia y que consigue crear de ella algo único e inesperado conforme la sigues leyendo.
Pero también hay lugar para la tristeza, como cuando héroes moribundos pasan un tiempo con sus seres queridos antes de que se conviertan en una amenaza para todos. Amamos a estos personajes, y la narrativa consigue hacernos sentir el peso de esta perdida.
Tom Taylor, quien también fue responsable de Injustice, es el creador de esta magia y la dota de una humanidad que uno no esperaría, dando peso a las relaciones entre los supervivientes y cómo afrontan el dolor de aquellos a los que han perdido. Todo esto lo transmite un fantástico equipo de artistas que incluyen a Trevor Hairsine y Stefano Gaudiao, quienes consiguen trasladar una trama brillante unas viñetas magníficas.
¿Merece la pena una vez más, una historia de zombies?
Definitivamente, sí.