Reseña de AKIRA Edición Original vol. 4, de Norma Editorial.

Reseña de AKIRA Edición Original vol. 4, de Norma Editorial.

Este febrero Norma Editorial nos traía el cuarto volumen de su nueva edición de Akira, una réplica de la primera edición que tuvo este clásico en tierras japonesas; una oportunidad única de poder leer Akira tal y como se publicó en Japón en 1982.

El cuarto tomo llega con 392 páginas respectivamente, en formato de lectura oriental en perfecto blanco y negro y 8 a todo color, con onomatopeyas japonesas subtituladas, simulando el gramaje del papel de Kodansha e incluyendo el coloreado del lateral de las páginas en azul. Todo en un rústica con sobrecubiertas de 18,2 x 25,7, con una nueva traducción directamente del japonés realizada por Marc Bernabé.

Reseña de AKIRA Edición Original vol. 4, de Norma Editorial.
AKIRA 4

Antes de seguir, es importante señalar antes de seguir lo mucho que se aleja la historia del manga que nos narra Otomo de la famosa película anime de 1988. No digo que sea mejor ni peor, solo diferente, una historia que se desarrolla de una manera mucho más extensa y profundiza mucho más en los problemas que acarrean sus sucesos y en la psique de sus personajes.

Y aun así, la película es una maldita obra de arte que disfruto como un nuño cada vez que tengo ocasión de verla. 

Dicho esto, analicemos brevemente lo que nos ofrece este manga.

Tras los acontecimientos vividos en el anterior volumen, da inicio un nuevo arco que nos sitúa en una devastada Neo-Tokio. Los supervivientes del apocalipsis que ha seguido a la inmensa esfera de energía provocada por Akira ha dejado únicamente ruinas en el cráter de lo que hasta ahora había sido una enorme urbe.

Reseña de AKIRA Edición Original vol. 4, de Norma Editorial.Reseña de AKIRA Edición Original vol. 4, de Norma Editorial.
Ahora solo queda un campo de batalla en el que se han formado dos grupos bien definidos. El primero y más peligroso está formado por los supervivientes que han decidido formar una agresiva y tóxica secta alrededor de Akira y Tetsuo, quienes en nombre del poderoso niño saquean la ciudad, asaltan a todo el que encuentran y atacan cualquier tipo de ayuda que venga de exterior de la ciudad, habiéndose declarado el Gran Imperio de Tokio.

En este grupo, sus dos reyes se mantienen alejados de la realidad. Por un lado, Akira permanece silencioso, una amenaza latente en el cuerpo de un niño cuyo poder es aun desconocido para el propio Tetsuo. Por otro tenemos a Tetsuo, quién incita a sus fieles mientras forma nuevos mutantes como él mismo utilizando las pastillas robadas, mientras permanece inmerso en un mundo de drogas y dolor intentando contener las habilidades que palpitan con fuerza intentando salir de su cerebro.

Reseña de AKIRA Edición Original vol. 4, de Norma Editorial.Reseña de AKIRA Edición Original vol. 4, de Norma Editorial.

La otra facción que resiste en lo que queda de la ciudad es la de Miyako, quién trata de mantener el control junto a sus monjes, y a la cual acuden Kei y la señora con el objetivo de poner a salvo a los dos niños número 27 y 25 que sobrevivieron a la explosión.

Mientras la violencia se desata entre las facciones y los muertos continúan aumentando, los espías internacionales se infiltran en el terreno uniéndose al coronel, tratando de llegar hasta Akira para poner fin a la situación en la que se encuentran...

Pero algo aun peor está por llegar.

Reseña de AKIRA Edición Original vol. 4, de Norma Editorial.

Como siempre, el arte de Otomo es excelente, pasando de súper detallado en algunas viñetas a escaso en otras según lo que esté sucediendo, logrando plasmar por completo lo que trata de narrarnos, consiguiendo que cada viñeta sea un mundo en el que perderse mientras nos hechiza con su historia, aplicando un ambiente de tensión que no se pierde en ningún momento.

Otomo, Katsuhiro

Katsuhiro Otomo, nacido en en Hasama, en la prefectura de Miyagi, el 14 de abril de 1954 vivió su juventud durante una convulsa década de los 60, período en el que la convulsión y las protestas sociales estaban a la orden del día en Japón. Esta situación caótica fue clave a la hora de inspirar al autor en la creación de su obra más conocida, “Akira”. Pero sus influencias no acaban ahí: la animación de los estudios japoneses de ese período junto con las películas estadounidenses encauzaron su naturaleza rebelde, ya que “Mi vida es mi vida” e “Easy Rider” le sirvieron para dar forma al personaje de Shotaro Kaneda y su banda de problemáticos y rebeldes motoristas en “Akira”. Aparte de sobresalir por obras como esta, también destaca su papel no solo como mangaka, sino como director cinematográfico y de guionista.