Cómic: Reseña de Barcelona: los vagabundos de la chatarra

Barcelona: los vagabundos de la chatarra (Jorge Carrión y Sagar Fornies, Norma Editorial, Barcelona, 2015) muestra la cotidianeidad de las personas que se ganan la vida comerciando con deshechos metálicos. En esta novela gráfica se da voz tanto a trabajadores de empresas de gestión de residuos como a los chatarreros que malviven en naves abandonadas del barrio de Poblenou de Barcelona. Los autores en las viñetas que conforman la obra investigan este negocio del que dependen personas que han sido ninguneadas por una sociedad en la que la crisis de 2008 acentuó la precariedad y la pobreza. Paralelamente, se observa el tramo final de la construcción del mercadillo de Els Encants cuya transformación intenta maquillar a los vagabundos de la chatarra.


Carrión y Fomies aparecen ficcionalizados en las viñetas de esta novela gráfica mientras recaban información para crear este cómic. Recorren rincones de la Ciudad Condal en los que mucha gente apenas se fija. Su ruta hacia esbozar una imagen de la realidad de la gestión de chatarra en la ciudad empieza en el puerto donde conocen empresas que exportan deshechos metálicos al extranjero. Siguiendo con negocios legales, visitan algunas de las pocas chatarrerías que quedan en pie para seguir documentando su historia. El barrio del Poblenou es el enclave de la mayor parte de la historia. Con rigor periodístico, educación y paciencia, los dos autores van entrevistando a toda la gente que les pueda explicar su papel en el negocio de la chatarra.


La realidad que muestran las viñetas de esta obra se adentra en las historias de las personas que deambulan por Barcelona con su carrito buscando chatarra en contenedores. Lo que para unos son desperdicios para ellos es una fuente de ingresos. Si bien las ganancias que obtienen no les permiten habitar una vivienda propia, se las ingenian para pasar una temporada en naves abandonadas de antiguas fábricas que sus propietarios no usan. Dentro de estos espacios olvidados generan una comunidad hasta que las fuerzas del orden del estado los expulsan por ocupación ilícita de una propiedad privada. Cuando ocurren incidentes de este tipo, algunos medios recuerdan que existen los vagabundos de la chatarra. El resto del tiempo la ciudad vive ajena a estas personas.

Uno de los puntos de reunión de la gente que se dedica a vender lo que otros no quieren son los mercadillos. En esta novela gráfica cobra protagonismo Els Encants Vells y su traslado a la moderna ubicación de cemento con una cúpula especular que refleja el bullicio de este lugar. Los asiduos de este mercadillo icónico de la Ciudad Condal les cuentan a los autores que cambian de espacio, pero las costumbres de compra-venta y la comunidad generada en la subasta mañanera del mercadillo sigue vigente. Esta reflexión entronca con la denuncia social que predomina en este cómic. Los edificios van y vienen. La gente, en cambio, se mantiene. Se puede maquillar una parte de la ciudad para esconder la precariedad y la pobreza. Sin embargo, solo con medidas sociales se puede mejorar la vida de los ciudadanos que lo necesiten.


Barcelona: los vagabundos de la chatarra
da voz a la gente que trabaja con residuos metálicos y de otro tipo para después revenderlos. Se incide en las historias humanas detrás de las ocupaciones de naves industriales, la precariedad laboral y la falta de vivienda social para estas personas. Esta novela gráfica, en definitiva, nos muestra una realidad en la que todo el mundo se fija para hacernos pensar en ella y actuar o no en consecuencia.