Fue el pasado año, en pleno confinamiento, en el que la editorial Babylon nos dio la pequeña gran alegría de que serían ellos quienes se encargaran de publicar en nuestro país la serie manga cuya adaptación anime había sido todo un éxito, estamos hablando de Cells at Work, o Hataraku Saibou en inglés, obra de Akane Shimizu que con simpatía y buen humor nos explica cómo funcionan las células del cuerpo humano y cuál es su trabajo en nuestro interior.
En cuanto a la edición que nos presenta la editorial, estamos ante un tomo de tapas blandas con sobrecubiertas extraíbles protagonizadas por los dos personajes protagonistas de la serie, glóbulo rojo y glóbulo blanco. El tomo tiene un tamaño de 12.8 x 18.2 cm, y en su interior podremos disfrutar de 176 páginas en blanco y negro en las que nos hablarán del cuerpo y de sus habitantes. El precio de este primer tomo es de 8,95€ para todos aquellos que lo quieran conseguir a través de librerías, tiendas de cómics o en la web de la propia editorial.
La historia se centra en el interior del cuerpo de una persona corriente, el cual se nos representa como una ciudad en la que viven aproximadamente varios billones de células con aspecto humanoide que trabajan juntas codo con codo sin parar todos los días para conseguir que su mundo funcione correctamente.
Así todo los días tendrán que realizar sus diferentes tipos de funciones dependiendo del tipo de célula que sea, pueden luchar para eliminar los virus o toxinas que entren en ese cuerpo, trabajar de mensajeros de oxigeno y nutrientes o de constructores de barreras y canales. Todo dependerá de que tipo de célula se trate.
Así encontramos a una Eritrocito, o glóbulo rojo, que es nueva en su trabajo cuyo nombre es AE3803. Una chica simpática, un poco despistada y algo inocente pero a la que le gusta mucho su trabajo y relacionarse con los demás; y a un glóbulo blanco, algo seco y serio cuyo nombre es U-1146 que al ser parte del sistema inmunológico se encarga de asesinar despiadadamente y sin miramientos a los virus y bacterias que se crucen en su camino.
En el manga nos contarán los días peculiares que viven esta pareja de personajes dentro del cuerpo humano, que van desde su primer encontronazo, por culpa de un peligroso virus que se encuentra perdido dentro del cuerpo humano y al que el glóbulo blanco tiene que eliminar; hasta la sencillez de su día a día rodeados de otros quehaceres. Una obra didáctica y divertida.
Este curioso manga publicado en la revista Monthly Shonen Sirius de la editorial kodansha se encontraba abierto hasta hace poco, ya que finalizó el pasado mes de enero de 2021 con 5 volúmenes , además de contar con varios mangas spin-off que ofrecen su peculiar punto de vida al estar protagonizados por otras células o bacterias. Entre los más famosos encontramos Bacteria at Work, obra de Haruyuki Yoshida, Cells that don’t work, obra de Moe Sugimoto o Cells at work! Code Black, creada por Shigemitsu Harada y Issei Hatsuyoshi que además cuenta a su vez con una adaptación anime en activo.
Con esta temática os avisamos que es algo así como Así es el Cuerpo Humano, pero modernizado y con más gags de humor. No podemos olvidar que se trata de un montón de personajes con vidas propias, actitudes diferentes y que se relacionan con otras células, dando lugar a simpáticas amistades y a alguna que otra rivalidad en el terreno de trabajo.
Pero por muy simpática y divertida que nos parezca esta obra sigue siendo de divulgación académica y por ello nos encontraremos con grandes globos descriptivos sobre las células que aquí aparecen y que la verdad, cortaran un poco el rollo sobre lo que está teniendo lugar en escena. Curiosamente esto en el anime no sucedía ya que la voz en off se escuchaba mientras el resto de la escena tenía lugar, haciendo más llevadera la explicación.
Pero si hay algo que me ha llamado bastante la atención de esta obra es lo adulta que parece en comparación con la versión animada. Vale no estamos hablando de la crudeza de Code Black, pero si que cuenta con escenas más agresivas en el manga en comparación de la misma animada. Lo mismo sucede con los insultos de los glóbulos blancos hacia sus enemigos las bacterias, encontrando más de un taco en los bocadillos de texto de estos.
Pasando finalmente al estilo de dibujo, encontramos el arte de Akane Shimizu como algo sencillo y fresco, con un aspecto más seinen al contar con personajes adultos ya formados pero en un ambiente idílico de casitas y alegría por doquier, al menos cuando no hay amenazas. Aunque curiosamente a la que todo vuelve a la normalidad las sonrisas se recobran en los rostros de todos y por ahora no hay quejas ni malas caras.
Ante un manga tan didáctico podríamos pensar que el diseño de personajes quizás se quedaría corto, pero nada más alejado de la realidad. Aquí todos los personajes son únicos e incluso dentro de su propio grupo de células, todas son diferentes. Esto se remarca sobre todo por ejemplo en el caso de los glóbulos blancos, donde encontramos múltiples diseños a cada cual más disparar, eso sí todos de blanco impoluto y con su uniforme hasta que acaban bañados en la sangre de sus enemigos.
Pero donde encontramos más variedad y llamémoslo fantasía es en el enemigo externo que se infiltra en el cuerpo, residencia de nuestros protagonistas. Aquí encontraremos monstruos con cuchillas y aspecto de insecto, grandes masas gelatinosas o sombreros come-cerebros. El cielo es el límite para la creación de bichos y su autora se ha puesto manos a la obra para crear aberraciones a cada cual más sorprendente.
En conclusión, un manga muy divertido e interesante, que de una forma amena nos habla de algo que deberíamos conocer más, nuestro propio cuerpo. Puede resultar algo difícil de leer para quienes no estén acostumbrados a tanto texto explicativo, pero desde luego sales con los deberes hechos y algo de conocimiento nuevo.