Dentro de los mangas de romance, hoy llegamos con el cuarto volúmen de uno de los más tiernos que hemos encontrado hasta la fecha, la dulce historia de
Nuestras preciosas Conversaciones, obra de
Robico que nos enamora cada vez que
Norma Editorial publica un nuevo ejemplar en nuestro país.
Como sucedió con los anteriores volúmenes, nos encontramos ante un manga en rústica con sobrecubiertas extraíbles y un tamaño de 11.5 x 17.5cm, que recopila en su interior 156 páginas en blanco y negro llenas de ternura y sinceridad adolescente. Para aquellos que quieran seguir haciéndose esta serie, tienen este último tomo a la venta desde el pasado mes de diciembre por 9€, disponible en librerías, tiendas especializadas y a través de la web de la editorial.
Nuestras preciosas conversaciones Vol.4Nozomi y Azuma aprovechan las vacaciones de invierno para verse todos los días y estar juntos el máximo tiempo posible. Ante el torrente de emociones que sienten el uno por el otro, se encuentran algo confusos y no saben cómo expresar sus sentimientos, lo que les acaba acarreando más de un problema... Y es que aunque el uno no vista para el otro, los dos se hacen ojitos y aprecian como su pareja de la cafetería se arregla para sus citas.
Pero realmente son citas, ¿o no? Lo que tienen es una sencilla amistad o buscan algo más? Desde luego Nozomi sabe que está enamorada de su compañero de instituto, pero cuando Azuma es consciente de dicha declaración de sentimientos no puede evitar empezar a ver a Nozomi con otros ojos y a buscarla cuando queda con los amigos. Quien le iba a decir que acabaría saliendo con sus compañeros si esta chica acudía a la misma reunión.
Así va pasando el año y en vísperas de año nuevo, Nozomi y Azuma visitan un templo, eso si al principio cada uno por su lado aunque terminan buscándose, con los problemas que eso acarrea para la pobre Hamada, quien viéndose arrastrada por su única amiga parece que empieza a involucrarse poco a poco en el círculo social.
Estas peculiares reuniones de grupo los llevarán incluso al acuario. ¿Saldrá todo viento en popa o aparecerán más baches en el camino de estos tortolitos?
Que bonito es el amor en época adolescente. En esta ocasión podemos encontrarnos nuevamente con esta pareja de tortolitos que se buscan mutuamente en charlas y cafés, esperando ese ratito juntos como si fuera el mas especial del día, o al menos así podemos ver por parte de Nozomi, porque la verdad es que Azuma se expresa tan poco al respecto que poco podemos saber.
Lo que sí nos queda claro finalmente es que en este tomo hay buen feeling entre los dos. Se gustan físicamente, agradecen sus conversaciones, no se sienten incómodos y siempre tienen tema para charlar, por lo que solamente queda dar el paso y empezar a salir juntos, no? Lástima que el chico no esté demasiado por la labor.
Como curiosidad en este tomo hemos encontrado también otra relación sentimental que empieza a florecer poco a poco, la de Hamada y Takahashi, una pareja un tanto atípica por lo nerviosa que es ella y lo tranquilo que es el, pero que esperamos llegue a buen puerto cuando uno de los dos decida dar el paso de verdad y declararse.
Puede que hasta avancen en su relación mas rápidamente que Azuma y Nozomi!
Finalmente en el apartado artístico encontramos el precioso dibujo de Robico, quien nos demuestra una vez
más que es capaz de mostrar facetas de una juventud que no tiene porque
ser igual en todo el mundo. Si sus personajes en el monstruo de al lado
eran
escandalosos en este caso destacan por su apariencia dulce y sobria,
aunque que no te engañen, sus pensamientos son tan excéntricos como los
de cualquiera.
Personalmente me encanta el estilo de dibujo y sobretodo de pintura de esta serie, en tonos pasteles, sencillos y delicados, aunque en el interior del tomo no se pueda apreciar y en este caso el uso de los gises y
los medios tonos son de lo mas acertados y resulta muy fresco el
encontrar una pareja de personajes que puede ser tan hilarante con un
dibujo tan exquisito.
Los fondos nuevamente se mantienen simples, con algunas tramas de efecto
como flores o chispas de luz, algo tan clásico en los mangas shojo que
difícilmente pasará de moda alguna vez. Por suerte para todos estos
efectos son utilizados únicamente en momentos muy concretos, por lo que
no se hacen pesados o agobian en la lectura.
En conclusión, una historia bonita y sencilla que va avanzando poco a poco en la vida de estos dos estudiantes, no hay que ponerle prisas a Robico, pero la verdad es que nos encantaría ver cómo sigue esta dulce historia.
