Reseña de Sensor de Junji Ito, ECC Ediciones

 

Reseña de Sensor de Junji Ito, ECC Ediciones

ECC Ediciones ha estado realizando una increíble labor en lo que respecta a la publicación de Junji Ito en nuestro país. A estas alturas, el catálogo de obras del mangaka en la editorial ya es inmensa, pero ECC continúa imparable dispuesta a ofrecer toda su bibliografía a sus lectores. 

La obra que más recientemente se unía a su filas es SENSOR, que apuesta por un terror más cósmico, alejándose de los habituales temas que le vemos abordar para aportar algo más cercano a los Mitos de Cthulhu de H.P.Lovecraft.

Reseña de Sensor de Junji Ito, ECC Ediciones

Titulado originalmente センサー (Sensor), nos encontramos ante una de las obras más recientes del autor, publicada en  la revista japonesa Nemuki+ de la editorial Asahi Shimbunsha en 2018 y recopilándose posteriormente en un único tomo.

ECC Ediciones nos lo ofrece en un clásico tankoubon rústica con sobrecubiertas de 240 páginas en blanco y negro, que se publicará con una cadena bimestral a lo largo de este año.

SENSOR
como ya comentábamos más arriba, en esta ocasión el terror que nos ofrece el sensei difiere un poco de lo habitual. Si bien el tono se conserva , así como su inequívoco trazo, no es normal que la fuente de sus historia viaje a lo más profundo del cosmos y más allá... algo que en esta obra es tocado en diferentes niveles de profundidad, buscando un horror más primigenio al habitual y, tal vez, buscando su inspiración en el amado Lovecraft.

La historia nos presenta a una bella muchacha llamada Kyôko Byakuya, quién sin un motivo aparente ha terminado paseando al pie de la montaña Sengoku como si se hubiera tratado del miso destino.

Su camino le lleva hasta un encuentro que propicia su llegada al pueblo de Kiyokami, un peculiar lugar sobre el que llueven una suerte de cabellos dorados, similares a los Cabellos de Pele que emergen de las erupciones volcánicas, que al pegarse a sus habitantes les otorga un nuevo nivel de percepción y concentración.

El tema es que dicho pueblo desapareció hace décadas sepultado tras la erupción del Sengoku... que tras estallar de nuevo, deja tras de sí únicamente a Byakuya envuelta en una suerte de crisálida dorada, de la cual emerge con sus cabellos totalmente dorados.

Ahora convertida en una especie de avatar de dichos cabellos de oro y poseyendo una percepción que trascende la realidad, la muchacha finalmente desaparece...

El tiempo pasa, y el protagonista de nuestra historia pasa a ser Wataru Tsuchiyado, un periodista venido a menos que, fortuitamente, termina cruzando sus pasos con la desaparecida Byakuya. Su encuentro propiciará el resto de historias de este volumen, al convertirse en una obsesión que asolará no solo la vida del periodista, si no el de todo hombre que contacte con ella.

Algo terrible a lo que además se suma una secta que quiere valerse de la percepción de Byakuya para acceder a los Registros Akashikos y, con ello, a todo el conocimiento del universo.

Una vez más, sensei Ito nos muestra una historia cargada de lo más bizarro y terrorífico de su perturbada mente, acentuada por una imaginación que parece imparable incluso tras tantos añosa de carrera continua en el mundo del manga de terror.

Una historia en la que como suele ser habitual en el mangaka, nos muestra lo peor de la demencia surgida de la desesperación y el miedo, dando como siempre una vuelta de rosca gracias a su facilidad por fascinarnos con lo extraño y lo repugnante como pocos pueden.

Todo esto por supuesto aderezado magistralmente con su peculiar estilo de dibujo, que parece retratar estas escenas con una exactitud que en ocasiones se antoja incluso demasiado detallista, provocando que algo en nuestro interior se estremezca ante una ambientación que nos repulsa.

Junji Ito
Junji Ito (prefectura de Gifu, Japón; 1963), pronto se mostró interesado por la historieta, espoleado por los dibujos de su hermana mayor y por la huella que le dejó la lectura de un manga de terror obra de Kazuo Umezu y aunque pronto mostró su buen hacer a través de historias remitidas a revistas como Nemuki’s Halloween, Bizarre Tales of Sleepless Nights o Big Comic Spirits, en primera instancia orientó su carrera profesional a la Odontología; pero el talento que atesoraba era demasiado evidente, de modo que finalmente centró todos sus esfuerzos en su carrera como mangaka.

El buen hacer mostrado en Tomie (1997) obtuvo su reconocimiento en el Premio Kazuo Umezu a la Excelencia; un éxito refrendado con Uzumaki (1998), y otros títulos publicados por ECC Ediciones, como Gyo (2001-2002) o Black Paradox (2009), con los que se ha ganado a pulso la condición de maestro del género de terror.