Reseña de El regreso del Caballero Oscuro: La última cruzada de Frank Miller y Azzarello, ECC Ediciones.
Frank Miller cambio para siempre en 1986 la visión del murciélago con su El regreso del Caballero Oscuro, una nueva versión muy personal del cruzado de la capa que cambiaría para siempre la narrativa del cómic de superhéroes.
En 2016, en medio de lanzamiento de El Caballero Oscuro: La Raza Superior, fue publicada esta precuela de la historia original, fruto de la mente de Miller y Azzarello, detallando el último caso del Batman y Robin.
ECC Ediciones nos traía este cómic en su sello Black Label, es un cartoné de 64 páginas a todo color, lanzado el pasado mes de Septiembre de 2020 con la totalidad de la obra y algunas portadillas extra en su interior.
Es curioso que en medio del lanzamiento de su tercera secuela, los dos escritores decidieran realizar la precuela que tenemos entre manos. Sí, en compañía de DKIII fueron lanzados toda una serie de spinoffs aprovechando la vieja y ya casi agotada mecha de la obra original de 1986... y en general, los productos lanzados no terminaron de cuajar demasiado bien entre el público, recibiendo algunas criticas bastante fuertes y probablemente justificadas.
Pero curiosamente, esta pequeña precuela si logra captar indudablemente la esencia de la obra original. Quizá no es una obra maestra, pero no derrumba lo que ya conocíamos, y de alguna manera resulta más familiar y cómodo para el lector de la saga original.
Agrega a esto el arte de John Romita Jr. y Bill Sienkiewicz y el resultado es bastante convincente, consiguiendo que uno se detenga a disfrutar lo que los autores quieren contarnos.
Esta historia se desarrolla en la década anterior a la jubilación de Bruce, con el cruzado ya agotado, dolorido y sintiendo en cada uno de sus huesos el peso de la edad y de la guerra que ha librado en Gotham durante todos estos años.
Voy a evitar los spoilers, aunque todos sabemos cómo termina esta historia. Básicamente nos relata su última gran aventura juntos antes de los eventos cataclísmicos de la serie original. No hay revelaciones impactantes, solo un relato sobre un Batman agotado que persigue a un sus enemigos habituales y tiene que depender cada vez más de Jason para cubrirse las espaldas...
Y aunque Jason hace lo que debe hacer, su impulsividad y la falta de moderación obligan a Bruce a dejarlo de lado para perseguir al Joker.
Una decisión que cambiaría para siempre su vida.
Hay una inconfundible sensación de fatalidad inherente en todo el libro, algo muy remarcable ya que al tratarse de una precuela, todos sabemos a dónde nos está llevando... y aun así, nos tememos la obvia conclusión.
Recuperar algunos de los elementos clásicos de Batman de la época cómo el traje azul y gris, las botas de duendecillo de Robin, las interacciones con Alfred y Selina, y los locutores de noticias, combinados con un tono adecuado en las viñetas logran evocar la nostalgia necesaria para que esta historia no se sienta fuera de lugar y se convierta en una parte más del universo de la obra original sin sentirse forzado.