Especial Party juegos

 Hola ¿Qué tal? 2020 acaba y parece que por fin tendremos vacuna para el coronavirus, por lo tanto, dentro de poco podremos volver a quedar con amigos y jugar a esos Party juegos que quedaron relegados a la estantería por culpa de aquel tipo que quiso hacer cocina experimental con un murciélago. Es cierto que no se ha experimentado mucho con la vacuna, así que, si esta provoca efectos secundarios tales como dificultad en caminar o hablar, ganas de comer cerebros o salir de una tumba de noche con una música de fondo tocada con un órgano de iglesia no os preocupéis, el mes que viene haré un especial de juegos de mesa de zombis y todo solucionado.

Mientras tanto, os traigo algunos juegos que podrán volver a jugarse en reuniones de amigos, familiares después de una copiosa cena de navidad, una cena de amigos o en el refugio de un grupo de supervivientes post-vacunas-zombi.

Los party juegos son juegos sencillos hechos para jugar por todo tipo de público, con reglamentos sencillos, de duración corta y para un número de jugadores por encima de 3 (pronto veremos que hay juegos que permiten ser jugados por todo un pueblo o una empresa mediana).

Y de qué va esta lista, ¿son los 9 mejores?, ¿los 9 favoritos por el público?… pues no, básicamente los 9 que he jugado y que recomiendo y ya. Así que, ¡empecemos!

Bang!

Empezaremos por un clásico: Un Sheriff debe eliminar a los forajidos de un pueblo del salvaje oeste. Pero no será tan fácil, solo se sabe la identidad del Sheriff y este debe dar caza a los forajidos, sin saber de antemano quienes son. Además, aunque lo averigüe, no será tan fácil acabar con él: una pistola normal solo llega a “un jugador” de distancia, por lo que necesitará de armas largas para llegar más lejos o de la ayuda del alguacil (uno de los jugadores secretos).

Juegazo donde los haya en el que gana muchísimo con una banda sonora de spaguetti western de fondo; duelos con frases hechas y épicas entre jugadores, tirar cartas de “Bang!” fuerte contra la mesa mientras se grita: “Piñaun!” y el jugador objetivo se pone las manos en el pecho mientras se cae de la silla… Todas estas cosas he visto jugar en una partida de “Bang!” (también es cierto que somos unos flipados). De los mejores que hay en su género.

Black Stories


Ya hablé de él en el pasado en el artículo especial paternidad, pero técnicamente el Black Stories es un party juego, así que debe incluirse aquí. Este juego no deja de ser una recopilación de historias de genero noir o de terror, en el que el jugador debe descubrir lo que ha pasado, generalmente tras mostrarte una escena, los investigadores harán preguntas y solo recibirán una respuesta: sí o no. Tan antiguo y popular que tuvo su versión radiofónica en el programa de la cadena SER a altas horas de la madrugada: Si amanece nos vamos (emitido desde 1993 al 2012).

El juego tuvo su versión de mesa con tablero y todo, pero creo que es la versión de cartas la que le da un potencial enorme, puesto que se puede jugar en cualquier parte (literal, desde una parada de autobús hasta un atasco de tráfico).


Exploding Kittens

Es un juego bastante típico de cartas, en el que el que coja el gato explosivo (Exploding kitten) pierde. Cada jugador tiene una carta de desactivación y siete cartas varias, al final del turno coge carta y si toca el gato explosivo… pues eso, fin de la partida, si es otra cosa, pues bien por él. Las cartas funcionan de la siguiente manera: “Va a ser que no” es un Counterspell de la baraja de Magic de toda la vida, es decir, anula la última carta; las cartas de “ataque” obligan al siguiente jugador a hacer dos turnos (y por tanto debe robar dos veces); “pasar” pone fin a su turno sin tener que robar; “favor” roba cartas a otros jugadores; “barajar” baraja cartas; “ver el futuro” permite ver las 3 siguientes cartas y luego las cartas de gato especiales tienen un funcionamiento particular en función de cuantas tengas en mano.

Para dos jugadores es soberanamente aburrido, es con 4 o 5 cuando la cosa se pone interesante. La mecánica de juego está algo anticuada y tampoco es que te partas el culo jugando, pero sirve para pasar un rato entretenido. Como curiosidad, lo he visto jugar entre pacientes de una habitación de hospital y sus familiares y se tiraban horas (hasta que venía yo con el tensiómetro o la medicación y les cortaba el rollo).

 

Throw, Throw Burrito



De los creadores de Exploding Kittens llega el juego de mesa de cartas de balón prisionero (o “matar” como se llama en mi zona, en serio ¿Alguien lo llama balón prisionero que no sea en pelis americanas?), Bueno, la cosa es que el reglamento es sencillo, coger cartas (o recibirlas de otros jugadores) rápidamente, cuando se tienen 3 de la misma pues mira, punto que te llevas, pero ojocuidao, cuando alguien juntes tres cartas especiales se jugará con uno de los dos burritos de gomaespuma que habrá en medio de la mesa:

PELEA: tus jugadores a izquierda y derecha deberán intentar agarrar un burrito lo más rápido posible para lanzarlo a su oponente, el primero que pille, perderá la pelea.

GUERRA: Todos los jugadores (menos tú) deben intentar agarrar el burrito y lanzárselo al primero que pase por ahí.

DUELO: Pues ya sabes, dos jugadores se ponen espalda contra espalda, dan tres pasos y “¡piñaun!”, lanzan su burrito al grito de “burrito”.

Es un juego bastante divertido, requiere de bastante espacio, eso sí y puede provocar algunos accidentes como arañazos o golpes al intentar coger uno de ellos. Por otro lado, El burrito ni hace daño en absoluto, ni “pica” si te dan en la cara (no es un balón Mikasa FT-5). Y son tan achuchables que mi hija de dos años se va a dormir con uno de ellos para abrazarlo cada vez que lo ve (también es cierto que se ha querido ir con una figura de acción de Austin Powers o del Fary, pero esa ya es otra historia).

Existe también la versión extreme, en el que los burritos son del tamaño de un ewok y las cartas, para no ser menos, también son considerablemente más grandes. Diseñado para jugar en parques y jardines.

 

Jugar a "matar" versión Extreme vs Jugar a "matar" versión literal

Polilla Tramposa


Utilizando mecánicas de juegos de naipes españoles y reglas a priori muy sencillas (después se complica un poco con las cartas especiales, pero en general se aprende rápido). Hasta aquí no es nada del otro mundo, pero es que Polilla Tramposa es un juego donde se permiten hacer trampas, cito textualmente: “Puedes hacer desaparecer hábilmente cartas de una en una […] por ejemplo, dejándolas caer debajo de la mesa, tirándolas por encima de tu hombro o escondiéndolas en tu manga... ¡Puedes hacer cualquier cosa que sea divertida!”. No solo eso, sino que la carta de Polilla Tramposa solo puede desaparecer de tu mano ¡haciendo trampas!

Uno de los jugadores hace de guardián, que debe atrapar a la gente haciendo trampas, es realmente estresante, escuchando risitas apagadas, sabiendo que se están quitando cartas de encima sin tú darte cuenta. Un gran juego, sin duda.

 

¡Alzad vuestras copas!


Juego diferente en el que una serie de altos nobles hacen de comensales en un banquete en el reino de Otravia, el lugar donde la muerte de sus monarcas por envenenamiento llega al 100%. Al final de cada plato (primero, segundo y postres) se hace un brindis por el monarca cada uno con su copa, pudiendo estar esta envenenada. Durante la ronda se pueden intercambiar el vaso; poner tokens de veneno, antídoto o vino sin más; mirar que tiene la copa o verter un token que no sea la propia. Al final del brindis se mira cuantos marcadores de veneno tiene frente a los antídotos, si hay más veneno que antídoto, pringas. El juego es caótico y corto, como suele ocurrir con estos juegos, la gracia está en que pueden jugarse hasta 12 jugadores.

 

El hombre lobo


Existen algunas variantes de este juego, pero el juego básico es el mismo: Un pueblo (El de Castronegro) se ve asediado por hombres lobo asediando y comiéndose a algunos aldeanos. Estos, menos numerosos que los aldeanos, saben quién es cada uno, mientras que los habitantes no saben quienes son los hombres lobo. Todos cierran los ojos y un narrador (que no tiene carta de personaje) va llamando a los personajes de uno en uno, este, hace la acción y vuelve a cerrar los ojos. Los aldeanos hacen poco más que votar, pero hay más papeles: el de cupido que hace que se enamoren dos personas y si uno muere, el otro se suicida; la bruja que puede salvar o matar a un personaje, etc. Después, durante la fase del día, los aldeanos (y los hombre-lobos disfrazados de aldeanos) discuten por descubrir quién es licántropo. Se permite engañar y hacerse pasar por quién no es, lo único que no puede es mostrar la carta.

El juego original es hasta 12 jugadores, pero la versión definitiva permite hasta 68 (hay unos cuantos pueblos con menos habitantes). No es un juego para echarte unas risas, pero es increíblemente adictivo, lo malo, que necesitas a mucha gente. Lo bueno, que puedes jugar con todos lo habitantes de un pueblo de Castilla La Mancha.

 

Doctor Panic




Estresante y divertido juego en el que cada jugador representa a un sanitario trabajando un día cualquiera en un quirófano, juntándose en equipos. Es, por tanto, un juego competitivo, y mediante una app, que les irá interrumpiendo, deberán hacer una serie de pruebas. Cada cirujano jefe cogerá 8 cartas de prueba y deberán terminarlas a tiempo. Las pruebas son del tipo: “Prueba de rayos X” en el que la tarjeta el personajillo está dibujado con una postura absurda y uno del equipo debe imitarla sin ver dicha carta; “preparar medicación” en el que deben coger dosis de medicamentos para inyectarle al paciente; “prueba del escáner” en el que deben coger dos tarjetas de escáner, hacer un puente (como en el de un castillo de naipes) y pasarlo otra tarjeta de paciente por él… Pero ¡ojocuidao! Porque el paciente se puede parar (la App en ese momento empezará a pitar cual monitor cardiaco alertando de una parada cardiorrespiratoria) y todo el mundo tendrá que dejar lo que esté haciendo para coger las tarjetas del desfibrilador y poner los julios adecuados mientras otro hace compresiones a un corazón-cojín de pedos, los del desfibrilador gritarán en alto “FUERA” y dejarán de tocar al paciente para acabar con un “DESCARGA”. No olvidemos la llamada del jefe, que obligará al equipo a hacer alguna cosa como: “Sois un equipo internacional” cada jugador deberá hablar con un acento y mantenerlo hasta acabar la prueba (especialmente divertido cuando se junta con una parada cardiorrespiratoria); “fuga de helio” en el que se debe hablar con voz aguda o “fuga de radiación” en el que deben esconderse en el lavabo durante 10 segundos, por poner algunos ejemplos.

Algunas pruebas pueden ser algo chorras, pero en general es un juego muy divertido, cansado y ruidoso, ideal para estudiantes sanitarios (digo estudiantes porque luego cuando un médico aprueba el MIR se convierte en uns persona seria con corbata que no hace esas cosas ni jamás las hizo, es más, tampoco te conocerá, ni te saludará).

Las partidas duran 12 minutos aproximadamente y permiten jugar hasta 9 ruidosas personas.

 

Party and Co.




Juego clásico (anterior a Catán incluso) en el que cada equipo de jugadores debe hacer una prueba en función de donde caiga su ficha en el tablero. Combina unos cuantos juegos clásicos de este tipo como el Pictionary, el Trivial, los juegos de mímica o los partycubos en el que deben sujetarse tal y como indica en la ilustración (rodilla y rodilla, mano y oreja, cabeza y cabeza… Sé lo que estás pensando y no, ¡esto es un juego para toda la familia! ¡hombre-por-favor-ya!).

Como aúna juegos sencillos y clásicos es el más indicado para jugadores muggles.


Y poco más, da igual que seas más de wargames, o de juegos americanos o europeos, tarde o temprano jugarás a uno de estos más que nada por lo fácil que es jugarlo con gente que no está acostumbrada a los juegos de mesa. Así que... larga vida a los Party Juegos!