Norma Editorial nos ofrecía recientemente una nueva visita al universo de Aliens gracias a otra de las series de cómics lanzadas por Dark Horse, la cual fue publicada hace realmente poco: entre abril de 2018 y enero de 2019.
Norma Editorial nos brinda la oportunidad de disfrutar de este clásico moderno, recopilando los cuatro números original y el prólogo de la primera miniserie en una edición cartoné de 17x26cm, a lo largo de 96 páginas a color.
El protagonista de la historia es Maxon Cregar, un niño que vive junto a su madre en el distrito de Trono del planeta LV-871, un mundo terraformado en el que las cosas empiezan realmente fuerte: La terraformación no solo ha fallado, si no que nuestras primeras páginas ya dan inicio con una invasión por parte de los Xenomorfos a gran escala.
Con las calles en llamas, la gente intentando huir de sus inclementes cazadores y las naves cayendo del cielo, Maxon se despierta entre gritos, solo para encontrar a su padre presa del abrazo de un Face Hugger.
Y aunque el alien cae rápidamente del rostro de su madre y esta comienza a acompañar a Max en busca de una salida, todos sabemos como va a acabar la pobre mujer con la misma certeza que tenemos de que el destino de Max tiene de todo menos alegrías próximas.
Toda la historia de Polvo al Polvo es una batalla por la supervivencia, y su autor nos lo quiere dejar bien claro en cada pequeña página y en cada nuevo paso que da Max junto a los colonos que tratan de escapar desesperadamente de su mundo condenado.
Gabriel Hardman logra atraparnos gracias al trabajo absolutamente fantástico realizado en estas páginas, en las que ejerce tanto de escritor como de artista. Cada viñeta está magníficamente dibujada con un estilo tenebroso y único que nos atrae a una claustrofobia hechizante.
Y no solo son sus viñetas; la historia, bien hilvanada, nos sofoca pero no nos incomoda, metiéndonos en el pellejo de un muchacho que solo quiere sobrevivir. Todo con pocos diálogos, pero poco forzados y bien fluidos, que nos sumergen en el mundo de Alien una vez más como si se tratase de una de sus películas buenas.
Esto es un relato de supervivencia. No es tan ambicioso como otros cómics, pero funciona y te mantiene enganchado.
Hardman logra meterse con la tradición y la mitología en una franquicia establecida, y aunque el final es bastante cuestionable debido al Xenomorfo con instintos maternos que nos nos cuadra de ninguna manera, el resultado es aun así, muy disfrutable.