Llegamos hoy con una nueva review de manga, siendo en esta ocasión el turno de un nuevo tomo de nuestra asesina mas kawaii, si la dulce Kei vuelve a las andadas con Violence Action Vol.3, obra de Renji Asai y Shin Sawada que nos presenta nuevamente Norma Editorial dentro de su catalogo de series manga.
Como sucede con los anteriores tomos de la serie, este ha sido editado en rústica con unas llamativas sobrecubiertas realizadas en color amarillo sobre el que destaca nuestra querida Kei, en esta ocasión doblando la ropa. El tamaño del tomo es de 13 x 18.2 cm y en su interior encontramos 196 páginas en blanco y negro. El tomo está a la venta por 9€ en librerías, tiendas de cómics y a través de la web de la editorial.
Kei es la mejor asesina de una organización de sicarios a sueldo y los que están dentro del mundo lo saben, se verá como una chica dulce e inocente, una estudiante universitaria, pero es letal en lo que hace.
Un nuevo cliente ha solicitado sus servicios y su nombre, al igual que el de ella es conocido entre muchos. Se trata de Michitaka persona de renombre en el mundo del hampa y que mordió el polvo en su primer encuentro con Kei, sin embargo esa experiencia le dejó claro que con esa chica no se juega y que es mejor tenerla de su lado que en su contra.
Ahora ha reunido a sus tropas para proteger la prisión en la que permanecen de por vida numerosos sujetos, porque un misterioso director de academia, Iwaya y sus dos pupilas, Rin y Rei han anunciado oficialmente su intención de asaltar la fortaleza y llevarse por delante a quien se ponga en el camino.
Este extraño personaje arremeterá con todo lo que tenga a mano para cumplir con su misión, y sus discípulas, tan locas como él, se dejarán la piel para conseguirlo en nombre de su maestro, aunque no esperaban que Kei estuviera allí para pararlos.
Con esto nos encontramos con un nuevo y trepidante tomo en el que Kei resolverá las cosas con los puños y las balas, aunque a nosotros nos encante verla camelarse a los presentes como si fuera la cosa mas fácil del mundo. Eso si, no tendrá problemas en hacerse amiga de Michitaka y cruzar los dedos para conseguir próximamente una mascota a la que cuidar, casi tan mona como ella misma.
Acompañándola encontramos al personaje del anterior volúmen Dahlia quien aunque en un principio pensábamos seria uno mas en el elenco de secundarios que no vuelven a aparecer, en esta ocasión hemos tenido suerte y es la compañera en esta dura misión contra el enemigo. Eso si, no habla mucho, no resulta demasiado impactante, pero tiene sus momentos que recordar por lo que nos deja con buen sabor de boca su reaparición.
Como curiosidad en este tomo se llevan todas las miradas el trío formado por el Iwaya y sus pupilas, básicamente por lo frikitos que resultan y los problemas que causan al llegar al lugar del crimen. Desde empotrar un camión hasta masacrar a un montón de asesinos. Desde luego no se quedan cortos y nos gustaría poder encontrarlos nuevamente en alguna otra aventura de Kei.
Para concluir, el apartado artístico de este tomo es realmente espectacular, al contar con muchas escenas de batalla, grandes dosis de sangre manchando paredes y mucho cada ver por aquí y por allá. Pocas veces encontramos masacres de este tipo en esta serie, pero este tercer tomo se ha quedado a gusto con ellas.
Lamentablemente, al ser básicamente un único caso comprimido en este tomo no encontramos grandes modelitos de Kei ni escenarios varios que poder analizar, una pena porque nos encantan los modelitos de nuestra protagonista y nos morimos de ganas de volver a verla en la universidad haciendo vida sencilla.
A modo de contrapeso, encontramos a este trio de chalados que visten un poco como locos, lo que les da una apariencia todavía mas estrafalaria, por lo que nos mantienen entretenidos en este apartado y nos demuestran nuevamente que no hay que juzgar un libro por su portada.
En conclusión, un genial tercer tomo con las historias de asesinatos que rodean a Kei. No parece que vayan a ir a ninguna parte ni que tengan un objetivo concreto, pero nos encantan.