Hay un momento en el que has leído tanto manga que crees que nada te puede sorprender... y entonces te encuentras con un tomo como este y te tienes que callar. Chainsaw Man (チェンソーマン) es uno de los mangas más bizarros y locos a los que les he echado mano últimamente, una peli serie Z convertida al papel que me ha hecho disfrutar como un mico.
Norma Editorial es responsable por traer esta maravilla a nuestro país, una de las series más populares de las disponibles gratuitamente en la aplicación de Shonen Jump, un manga escrito e ilustrado por Tatsuki Fujimoto que fue lanzado en diciembre de 2018, obteniendo el cuarto puesto en el Kono Manga ga Sugoi! como mejor manga de 2019 para chicos. Más tarde, en 2019, Chainsaw Man fue uno de los ganadores del quinto Tsugu ni Kuru Manga Award y estuvo nominado para el 13.º premio Manga Taishō en 2020.
Sí, Chainsaw Man lo peta, y prueba de ello es el anime en ciernes que cuando menos lo esperemos terminará de catapultarlo a la fama.
Actualmente cuenta ya con ocho tomos recopilatorios en Japón, y este es el formato elegido por Norma Editorial para ofrecerlo en nuestras tierras: un formato tankoubon de 11,5 x 17,5 centímetros en cuyo interior encontramos las clásicas 192 páginas en blanco y negro.
CHAINSAW MAN de Tatsuki Fujimoto
Tras morir, su padre le deja con una deuda insalvable con la mafia, lo que le lleva a realizar toda clase de trabajos y vejaciones para tratar de sobrevivir, entre ellos a ejercer como Devil Hunter, cazando demonios por dinero.
Pero esto es lo de menos. Denji a penas tiene para comer, y ya ha tenido que vender un ojo, un riñón y un testículo para poder seguir adelante.
Lo único que alegra sus días es su inseparable mascota y amigo, Pochita, un perro demoníaco con una sierra mecánica en el morro que se ha convertido en su compañero de pesares.
Cuando parece que nada puede ir peor, los días de Denji terminan cuando el mafioso para el que trabaja decide traicionarle y los demonios le descuartizan sin perdón.
Los desgraciados días de Denji podrían haber terminado con este triste final, pero Pochita decide fusionarse con su amigo, provocando un pacto que no solo le resucita, si no que le convierte en la pesadilla de sus enemigos: Ahora, cuando Denji tira de una cuerda incrustada en su pecho, unas motosierras salen de su rostro y sus brazos, convirtiéndolo en una máquina de matar, más demonio que humano.Tras su transformación, Denji es salvado por Makima, una mujer que promete cuidar de él, a cambio de su total esclavitud y su adhesión a un grupo de cazadores de demonios de servicio público.
Hay una inmadurez innegable en la narración de Chainsaw Man, y la idea básica sobre la que gira parece arrancada del cerebro de un adolescente furioso.
Y eso es precisamente lo que convierte esta puta locura en una historia grandiosa, por que acompañando a todo ese caos, comienza a hilvanarse una historia aun más bizarra.
Fujimoto profundiza en los traumas individuales del elenco a medida que avanza la historia, y es capaz de alternar entre un estilo más suelto y desenfadado para los momentos emocionales de los personajes, y uno terriblemente detallado para las escenas de acción, en los que podemos ver toda la destrucción que queda alrededor de los demonios desatados.Hay una belleza brutal en los momentos en que Denji se suelta, y Fujimoto imbuye estas escenas de lucha con una sensación de liberación que aumenta la euforia de Denji cuando se convierte en Chainsaw Man.
Una liberación que, además, es capaz de transmitir al lector en una euforia catártica que nos hace disfrutar como locos.
Totalmente recomendable, si alguna vez habéis deseado asesinar a alguien.
Y no disimules. Sé que sí.