Manga: Reseña de Guardianes de la Noche (Kimetsu no Yaiba) vols. 13 y 14 de Koyoharu Gotouge.

Norma Editorial lanzaba entre sus novedades de estos septiembre y octubre los tomos 13 y 14 de Guardianes de la Noche (Kimetsu no Yaiba), serie shonen de Koyoharu Gotouge que se ha convertido en un rotundo éxito hasta el punto de desbancar a One Piece en las ventas japonesas.

Reseña de Guardianes de la Noche (Kimetsu no Yaiba) vols. 13 y 14 de Koyoharu Gotouge.Reseña de Guardianes de la Noche (Kimetsu no Yaiba) vols. 13 y 14 de Koyoharu Gotouge.

Kimetsu no Yaiba (鬼滅の刃) comenzó a serializarse el 15 de febrero de 2016 en la revista semanal Weekly Shōnen Jump de la editorial Shūeisha y finalizaba esta pasado primavera. Contará con un total de 23 volúmenes.
Una adaptación al anime producida por el estudio Ufotable se estrenaba este pasado abril de 2019, siendo un éxito rotundo que ha catapultado la serie a la fama más absoluta como ya comentábamos más arriba.

Por supuesto Norma Editorial nos ofrece la serie en un formato tankoubon idéntico al japonés de 11,5x17,5 cm con sobrecubierta, recopilando respectivamente unas 192 páginas en blanco y negro en sus interior

Reseña de Guardianes de la Noche (Kimetsu no Yaiba)

Reseña de Guardianes de la Noche (Kimetsu no Yaiba) vols. 13 y 14 de Koyoharu Gotouge.
Guardianes de la Noche (Kimetsu no Yaiba) vols. 13 y 14
¡Continua la saga de la aldea de los herreros!
Tras haber sido trasladado en secreto hasta Haganezuka, el lugar donde se forjan las katanas Nichirinto, Tanjirô continúa su entrenamiento hasta que las cuarta y quinta luna superior se plantan en el que hasta ahora era el lugar más protegido de los Cazadores de Demonios.

Inevitablemente, se desata la masacre cuando las lunas superiores Hantegu y Gyokko comienzan su venganza por la primera baja entre los suyos en 113 años. Y la línea de defensa contra ellos es delgada: Tanjirô, su hermana Nezuko y Genya, su iracundo compañero de promoción y hermano de Sanemi, Pilar del Viento, son los que plantan cara a Hantegu, un demonio que cada vez que es cortado se multiplica al crear nuevos demonios de sus partes.

Mientras tanto, el pilar de la niebla Muichirô Tokitô, el Pilar de la Niebla, planta cara a Gyokko, quién hace uso de una extraña brujería con jarras de barro.

Reseña de Guardianes de la Noche (Kimetsu no Yaiba) vols. 13 y 14 de Koyoharu Gotouge.
Por suerte para ellos, pronto llega más ayuda cuando la sensual Mitsuru Kanroji, Pilar del Amor, se une al combate. Con semejante despliegue de Cazadores de Demonios, Pilares y Lunas Superiores, nos encontramos ante la batalla más grande del manga hasta el momento.

Los dos pilares son además unos huesos duros de roer, y descubrir sus puntos débiles es realmente toda una locura, sobretodo si tenemos en cuenta que cada una de las partes de Hantegu parece tener sus propios poderes, fortalezas y debilidades.

Una vez más veremos como Tanjirô supera sus propios límites, esta vez uniendo su filo a los poderes de sangre de su hermana para dar nacimiento a la legendaria katana de hoja roja... pero sin duda, una de los focos más importantes de estos tomos es la figura de Genya, cuyo pasado y... peculiares... poderes darán sentido a su agria y violenta actitud de cara al resto de sus compañeros.

Reseña de Guardianes de la Noche (Kimetsu no Yaiba) vols. 13 y 14 de Koyoharu Gotouge.
No por ello debemos olvidar a Tokitô, a quién haberse encontrado con Tanjirô cambiará por completo su vida, o a Kanroji, a quién aprendemos a amar más, viñeta a viñeta.

Nos encontramos tomos simplemente magistrales, en los que Koyoharu Gotouge nos muestra el potencial infinito que tiene su historia, repleto de momento épicos y memorables... y siempre no solo enfocando la historia desde los protagonistas, si no añadiendo una profundidad a los enemigos de las Doce Lunas que solo despiertan más nuestro interés.

No deja de sorprender como sensei Gotouge es capaz de explicar TANTO en tan pocas páginas y de plasmar tanto en sus viñetas a pesar de utilizar para ello un estilo de dibujo tan caótico y con un trazo tan peculiar, consiguiendo transmitir unas escenas repletas de dinamismo y acción.

¡Esto cada vez es más emocionante!