Recientemente, Norma Editorial lanzaba los tomos 3 y 4 del fantástico seinen para lectores con estómago y fans de lo bizarro, JAGAAN.
Jagaan (ジャガーン) está guionizado por Muneyuki Kaneshiro e ilustrado por Kensuke Nishida, dibujante a quién ya conocíamos del spinoff I Am a Hero in Nagasaki. La serie tiene hasta la fecha ocho tomos publicados en Japón y continúa abierta, publicándose mensualmente en la revista Big Comic Spirits de la editorial Shogakukan.
Norma Editorial nos los ofrece en el habitual formato tankoubon rústica con sobrecubiertas B6 de 13x18,2 cm idéntico al japonés, en cuyo interior encontramos 192 páginas en blanco y negro.
Norma Editorial nos los ofrece en el habitual formato tankoubon rústica con sobrecubiertas B6 de 13x18,2 cm idéntico al japonés, en cuyo interior encontramos 192 páginas en blanco y negro.
JAGAAN
Shintarô Jagasaki es un joven agente de policía de lo más mediocre con una vida más bien tirando a patética, hasta que un día un horrible incidente transforma el brazo de Jagasaki en una especie de arma de energía que elimina la amenaza.
Shintarô Jagasaki es un joven agente de policía de lo más mediocre con una vida más bien tirando a patética, hasta que un día un horrible incidente transforma el brazo de Jagasaki en una especie de arma de energía que elimina la amenaza.
Un búho esférico parlanchín le explica la situación: hace unos días llovieron unas ranas que, al introducirse en un cuerpo, se alimentan de sus emociones hasta convertirle en un Fracturado como el que acaban de ver.
Ahora Jagasaki es un mediofracturado, y su misión es eliminar estas amenazas a cambio de las boñigas de dicho pájaro, que al machacarlas, reducirlas a polvo y esnifarlas ayudan a que él no termine siendo también un fracturado.
Así había avanzado la historia hasta que en un incidente con un fracturado fuera de control, Jagasaki descubre que no es el único que posee este tipo de habilidades.
Así había avanzado la historia hasta que en un incidente con un fracturado fuera de control, Jagasaki descubre que no es el único que posee este tipo de habilidades.
Esta realidad no tarda en hacerse pública cuando un muchacho llamado Hakuto Misogi revela su identidad como fracturado y su intención de obrar del lado de la gente para salvar el mundo junto a todos los que sean como él y quieran unirse a la causa.
Las palabras de Hakuto llenan de esperanza a la gente y el rumor pronto se vuelve viral entre la sociedad, mientras bajo su liderazgo se funda el grupo Triple-H, una especie de vengadores cuyo propósito es proteger la ciudad de Buppa de los cada vez más comunes monstruos.
Y por supuesto entre sus miembros se encuentra nuestro protagonista, qué sin tener demasiada clara esta iniciativa se une al grupo como su francotirador y miembro secreto, escapando a todo el derroche mediático que pronto envuelve a todos sus miembros.
... y mientras tanto, encontramos un desarrollo inesperado por parte de su compañera Belle.
Las palabras de Hakuto llenan de esperanza a la gente y el rumor pronto se vuelve viral entre la sociedad, mientras bajo su liderazgo se funda el grupo Triple-H, una especie de vengadores cuyo propósito es proteger la ciudad de Buppa de los cada vez más comunes monstruos.
Y por supuesto entre sus miembros se encuentra nuestro protagonista, qué sin tener demasiada clara esta iniciativa se une al grupo como su francotirador y miembro secreto, escapando a todo el derroche mediático que pronto envuelve a todos sus miembros.
... y mientras tanto, encontramos un desarrollo inesperado por parte de su compañera Belle.
Tras su sorprendente declaración al protagonista y compartir con él una horrible experiencia en la cual inevitablemente termina descubriendo toda la verdad sobre él y los fracturados, Belle se pone imparable, aun más dispuesta que antes a llegar a su corazón.
Muneyuki Kaneshiro no se corta un pelo y es capaz de destruir las normas preestablecidas en la sociedad para construir sobre los pilares de sus ruinas a unos personajes totalmente incorrectos que, de alguna manera, son los héroes de una trama que simplemente me encanta al ser capaz de desafiar precisamente esa rectitud social.
Con este bizarro planteamiento, una historia explícita y unas viñetas repletas de ultraviolencia, diseños totalmente surtidos de la locura y la depravación se presenta un manga que claramente no está dirigido a todo el mundo y que puede herir la sensibilidad de aquellos lectores menos avezados.
Muneyuki Kaneshiro no se corta un pelo y es capaz de destruir las normas preestablecidas en la sociedad para construir sobre los pilares de sus ruinas a unos personajes totalmente incorrectos que, de alguna manera, son los héroes de una trama que simplemente me encanta al ser capaz de desafiar precisamente esa rectitud social.
Acompañándole tenemos a Kensuke Nishida, quién es capaz de plasmar sin complejos toda la brutalidad necesaria para dejarnos boquiabiertos y deseosos de aun más salvajismo... algo que seguramente podremos ver y disfrutar en sus siguientes tomos.