Super Earl: el
pingüino justiciero (Magori Art, autoedición,
2016) trata sobre las aventuras del superhéroe de Ciudad Sardina, Super Earl.
Este pingüino musculado lucha contra los villanos que aterrorizan su hogar,
ayuda a sus paisanos con problemas cotidianos y posee una fuerza sobrehumana.
Tino El Calvo se propone acabar con el pingüino justiciero usando experimentos
científicos contra él. Durante la larga contienda entre los dos personajes el autor
muestra referencias televisivas españolas de la década de los noventa y
actuales. Estas, a su vez, engrandecen la comicidad que brilla en cada viñeta
de los nueve capítulos que componen este tebeo. Asimismo, el cómic consta de un
prólogo, un crossover con Gatuso, personaje original de DAC, y una sección de
fan-arts realizados por personas anónimas o dibujantes consolidados.
Super Earl: el
pingüino justiciero mezcla a partes
iguales acción y humor. La influencia de Akira Toriyama es palpable en ambos
campos, habiendo incluso varias viñetas que recuerdan a escenas míticas de Dragon Ball o Dr. Slump.
Sin embargo, la comicidad que el autor plasma en las
páginas de este tebeo no se limita solo a uno de los mangakas más conocidos de
nuestra época sino que también deja entrever un estilo propio que satiriza
programas televisivos como El Club Súper
3 de TV3 o Manos a la obra (Antena
3), entre otros. El personaje en el que este recurso de homenajes de la pequeña
pantalla con fines satíricos mejor se palpa es en el Capitán Piruleta, un
Captain Planet grotesco que ejerce del gracioso de la obra por excelencia.
El pueblo de Ciudad Sardina está representado por
ciudadanos anónimos entre los que se encuentra una representación del autor y
de su familia que presencian las peleas del pingüino justiciero contra los
Escarapájaros, escuadrón de aves humanoides con súper poderes que trabajan para
Tino, y cuya presencia en la historia es notoria. Si bien las calles de este
municipio reflejan una gran metrópoli, las afueras, en cambio, recuerdan al
instante a Penguin Village de Dr. Slump,
cuyo nombre recalca la omnipresencia de rasgos relacionados con los pingüinos
en la obra. Por otro lado, la elección de una gran población como cuna de las
heroicidades de Super Earl entronca con el leitmotiv de los cómics de
superhéroes de asociar a un justiciero con una ciudad.
Super Earl: el
pingüino justiciero es, en
definitiva, la historia de un superhéroe que lucha contra villanos que
quebrantan la paz de Ciudad Sardina. Humor, acción y homenajes televisivos a
programas españoles y catalanes encuentran su equilibrio en las viñetas que
crea Magori Art donde la risa te acompaña de principio a fin.
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