Una de las últimas novedades que aparecen en el catálogo manga de Ediciones Babylon, es la dulce comedia romántica protagonizada por una escolar y un monje budista, una extraña pareja que está dispuesta a mostrarnos las vicisitudes del amor lejos de casa. Esta divertida obra titulada Siempre habrá otra oportunidad ha sido creada por Rika Enoki, y forma parte del catálogo shojo de la editorial.
El formato con el que ha sido editado, es un pulcro tomo en rústica con sobrecubiertas extraíbles que tiene un tamaño de 12,8 x 18,2 cm, en cuyo interior podemos encontrar 162 páginas en blanco y negro, siendo las dos primeras y las dos últimas a color. Las páginas interiores han sido realizadas con papel reciclado en tono crema y el lomo del volúmen es totalmente plano.
Siempre habrá otra oportunidad Vol.1

Así llegará al pueblo con un aire optimista que se irá apagando conforme vea qué hacer amistades no es tan fácil como parece, y que quizás valerse por sí misma supone superar más problemas de los que creía. Sin embargo detrás de su nuevo apartamento hay un templo donde conocerá a Oda, un guapísimo y seductor sacerdote que desde un primer momento le dará el apoyo que la chica necesita.
Lo que Yae no esperaba es que Oda la abrume con su calidez y su amabilidad, tanto que de repente, ¿intentará besarla…?! Una dulce comedia romántica con un impredecible y taimado sacerdote budista!
Antes que nada admitimos que este manga nos ha tomado por sorpresa. Esperábamos una comedia romántica mucho más endeble pero no ha sido eso lo que hemos encontrado. La trama principal nos muestra como una chica inocente se esfuerza por seguir siendo fiel a sus decisiones, sabiendo que sus actos afectan a su vida y lo que será su futuro. A fin de cuentas una relación a distancia para un adolescente es algo muy complicado de llevar.
Y al contrario, el personaje de Oda es todo lo opuesto a esta dulce chica. Un hombre que sabe lo que busca, que le gusta chinchar a Yae aunque la deja hecha un mar de dudas y al que no le importa lo que dirán siendo tan libertino aunque religioso. Por suerte este manga es ficción, porque aunque nos encante esta historia de comedia y romance, Oda es un personaje un poco peculiar.
La gracia del manga está en mezclar a estos dos personajes tan opuestos y situarlos en momentos cotidianos, divertidos y dulces, con los que exprimir su máximo potencial

Como era de esperar, la mayoría de escenarios son una mezcla de aulas de clase y paisajes naturales acompañados de los bonitos templos budistas, algo poco visto en los shojos salvo por las 4 escenas clave. Espero que se le dé más importancia a este lugar de oración, porque da mucho juego y alegra mucho la estética del manga.
En conclusión, estamos ante un manga sencillo, dulce y divertido que se lee de una pasada. Seguro que a las fans de la temática shojo y el romance les encantará y es una muy buena lectura de iniciación.